El director de la Fundación Progresar en Norte de Santander, Wilfredo Cañizares, una organización dedicada a la defensa de los derechos humanos, ofreció detalles de cómo fue el cruce ilegal por la frontera colombo-venezolana del autoproclamado “presidente encargado”, Juan Guaidó, el día 23 de febrero, la cual fue coordinada por la banda narco-paramilitar Los Rastrojos.

 

“Los Rastrojos impusieron un toque de queda el 22 de febrero en comunidades del Norte de Santander (Cúcuta)”, explicó Cañizares al canal de televisión teleSUR, con el propósito de que no quedara rastro fotográfico ni audiovisual del apoyo que los criminales Albeiro Lobo Quintero, alias ‘Brother’, y John Jairo Durán, conocido como ‘El Menor’, le estaban dando al presidente de la Asamblea Nacional en desacato.

 

“¿Qué dicen las fotografías? Son la prueba reina de algo que veníamos trabajando desde que el 22 de febrero recibimos información que Los Rastrojos impusieron un toque de queda. En ese momento no entendíamos la situación del por qué el toque de queda (…) Guaidó entró por el Guaranito venezolano, cruzan el río y llegan al Guaranito colombiano. De allí a la cancha de fútbol de corregimiento de Aguasclaras, es en ese momento que la gente ata cabos y nos dice es que lo que pretendían Los Rastrojos es evitar que la gente saliera de las casas y que tomaran fotos o grabaran. Ahí comenzamos a hacer un trabajo de campo, a recoger testimonios para saber qué era lo que realmente había pasado”, contó Cañizares.

 

En definitiva, “la foto significa que es indudable que hubo una coordinación con el grupo de Los Rastrojos y estos son los responsables del ingreso de manera ilegal del señor Guaidó ese 23 de febrero”. Asimismo, sus investigaciones le han llevado a determinar que en la cancha de fútbol de Aguasclaras, Guaidó fue recibido por funcionarios públicos y miembros de la fuerza pública colombiana. Es decir, Los Rastrojos entregaron a Guaidó a los representantes del Estado colombiano.

 

Cañizares informó que el prontuario de alias “El Brother” y “El Menor” indica que son sujetos de altísima peligrosidad. “Son responsables de una casa de pique donde la gente era descuartizada, de más de 100 personas desaparecidas y 150 personas asesinadas. Son dos criminales que operaban en el municipio Puerto Santander con total impunidad desde el 2002”, aseveró.

 

(LaIguana.TV)