Estados Unidos intenta relanzar su estrategia para derrocar al Gobierno venezolano llamando a que se implemente el Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR), sostuvo el analista Dmitri Burij, asesor del Centro Nacional Sociopolítico de Rusia.

 

El 17 de septiembre el Gobierno estadounidense afirmó que junto con sus aliados había invocado el TIAR, también llamado Pacto de Río, contra Venezuela.

 

«Entre las cosas reales que pueden suceder debido a que se activa el Pacto de Río está el relanzamiento del proyecto antivenezolano», dijo Burij a Sputnik.

 

El TIAR, mecanismo de la Organización de los Estados Americanos (OEA), establece en unos de sus artículos que un ataque armado por parte de cualquier Estado contra un Estado Americano, será considerado como un ataque contra todos los Estados Americanos, y en consecuencia, cada una de dichas Partes Contratantes se compromete a ayudar a hacer frente al ataque. Una cláusula que Washington se negó a cumplir durante el conflicto de las Malvinas en 1982.

 

 

El experto constató que Washington y sus aliados han fracasado y además el deterioro de la imagen del opositor Juan Guaidó, que se autodesignó presidente, pusieron en entredicho los planes estadounidenses para Venezuela y la política de la Casa Blanca en la región.

 

«Por eso Estados Unidos busca reanimar su proyecto, justificar su política en la región y relanzar su retórica antivenezolana», indicó.

 

En muchos países, señaló, que apoyaban la política agresiva estadounidense contra el presidente venezolano, Nicolás Maduro, empiezan a surgir opiniones contrarias.

 

Washington y sus aliados latinoamericanos, puntualizó Burij, ahora descartan una intervención armada en Venezuela.

 

«Los militares brasileños hicieron una simulación de una posible invasión armada y concluyeron que las bajas que tendrían sus Fuerzas Armadas serían desproporcionadas respecto a los objetivos que ellos planeaban alcanzar durante el conflicto. No creo que la intervención armada sea una opción para Washington y sus aliados más próximos», remarcó.

 

Lo que buscan ahora, agregó, es presionar al Gobierno venezolano amenazándolo con el uso de la fuerza.

 
 

Burij desestimó que la activación del TIAR, del que Venezuela se retiró aún en 2013, impida la reanudación del diálogo entre el Gobierno de Maduro y la oposición en el futuro pero en nuevas condiciones.

 

«En las negociaciones quedó claro que el Gobierno mostró mayor flexibilidad que la oposición. Los opositores exigían condiciones que incluso el gobierno más liberal se negaría a cumplir», sostuvo.

 

El plan maestro de la oposición, subrayó, consistía en celebrar elecciones presidenciales con una serie de condiciones que ningún Estado soberano aceptaría.

 

De hecho, indicó, los opositores buscaban la entrega del poder sin otra opción, pero esto no significa que el diálogo terminó.

 

«Es obvio que retomarán las negociaciones pero con otros mediadores, bajo nuevas condiciones y con una mayor flexibilidad de la oposición», sostuvo Burij.

 

(RT)