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Tanto los representantes de la derecha venezolana como sus medios de comunicación afines, utilizan un rosario de clichés para divulgar informaciones falsas sobre el desempeño de los cuerpos gubernamentales encargados de brindar seguridad a la ciudadanía ante los ataques terroristas que se vienen registrando, desde hace semanas en nuestro país.

 

Estas son las siete mentiras que usa la derecha para manipular a la opinión pública en esta etapa de su agenda desestabilizadora.

 

1- Bomba lacrimógena disparada en la cabeza

 

Esta es una de las frases más comunes cuando anuncian que hay un herido en una manifestación opositora, la dicen casi al instante para alborotar las redes sociales. Así lo hicieron al darse a conocer la muerte del joven Armando Cañizales, en los medios se aseguró, sin tener ninguna prueba real, que la víctima había sido impactada por una bomba lacrimógena en su cara.

 

El ministro de Relaciones Interiores, Justicia y Paz, Néstor Reverol, informó que la autopsia realizada a Cañizales reveló que su muerte se produjo por una perforación de una esfera metálica cromada en la carótida izquierda, que originó una hemorragia interna. Se presume que fue disparada por terroristas que participaban en la manifestación.

 

2- Bombas lacrimógenas disparadas a quema ropa contra el pecho

 

Otras de las falsas acusaciones que hacen los opositores es afirmar que se les dispara a quema ropa bombas lacrimógenas directo al corazón. Esa fue la falacia que dijeron al dar a conocer la muerte del joven Juan Pablo Pernalete ocurrida en Altamira. Sin embargo, el informe forense determinó que la muerte fue un golpe seco, que no dejó herida porque el arma usada (pistola de perno) no contiene balas; «el perno salió y retornó al arma», acotaron las autoridades.

 

3- Gas colorado es un arma química

 

El 8 de abril de este año el alcalde David Smolansky, perteneciente al partido de ultra derecha Voluntad Popular, acusó a las fuerzas de seguridad del Estado de utilizar «armas químicas» al notar un humo de color rojo, durante una manifestación opositora, pidiendo la actuación de la Comunidad Internacional.

 

Elías Jaua ministro de Educación respondió a Smolansky aclarando que el humo de color que se vio en la manifestación era una bengala de color rojo. Jaua también aseguró que su denuncia buscaba intervención extrajera usando un falso positivo, como ocurrió en Irak.

 

4- Bombas disparadas desde helicópteros

 

Una de las leyendas urbanas surgidas en estos días es la existencia de un helicóptero que sobrevuela la ciudad disparando bombas lacrimógenas y demás tipos de proyectiles contra edificios, personas y hasta mascotas. Nadie ha podido registrar en video los desmanes de esta «máquina asesina», algo curioso en un país donde la gran mayoría de la población posee dispositivos tecnológicos con cámaras de videos incorporadas.

 

Por cierto, durante la cuarta república los helicópteros si fueron usados para aniquilar la disidencia, desde ellos se lanzaban al vacío a los integrantes de los movimientos revolucionarios en algunos casos muertos y otros aún estando vivos.

 

5- Bombas lacrimógenas vencidas

 

Según la derecha venezolana «el régimen» usa durante las manifestaciones bombas lacrimógenas vencidas para causar «graves daños» en la población, pero jamás han aclarado cuáles serían esas terribles secuelas ni tampoco han comprobado esa denuncia más allá de una foto de un envase, que hacen rodar una y otra vez por las redes sociales.

 

6- «Fueron los colectivos armados»

 

Cada vez que ocurre un asesinato por arma de fuego en alguna manifestación opositora de inmediato atribuyen el hecho a los «colectivos armados», sin esperar que se lleven a cabo las investigaciones. Así ocurrió, con el asesinato de la Paola Ramírez en el estado Táchira, se responsabilizó a los colectivos de su fallecimiento. Las investigaciones señalan a Iván Pernía Dávila, simpatizante del partido de derecha Vente Venezuela, como autor del disparo que segó la vida de la joven estudiante.

 

Lo mismo sucede cuando los manifestantes de la oposición queman, trancan calles, etc., dicen que son el pueblo que exige sus derechos ante la «tiranía», pero en el momento en que ese grupo de personas saquean locales comerciales, son catalogados de inmediato como «colectivos», contradicción típica de la derecha venezolana.

 

7- «Los empujan al Río Guaire»

 

La marcha del 19 de abril convocada por la oposición venezolana, se convirtió en un circo mediático donde se escenificaron episodios efectistas para captar la atención internacional; uno de ellos fue el ingreso voluntario de algunos manifestantes al Río Guaire, evento que fue utilizado para asegurar que agentes que resguardan el orden público los arrojó adrede a esa corriente de aguas servidas para provocar su ahogamiento. Al parecer, para la derecha venezolana todo es válido para llevar adelante su guerra sucia, incluso sumergirse en la inmundicia.

 

(Ciudad CCS)