Este lunes se cumplen 78 años del nacimiento de Ricardo Aguirre González, “El Monumental” de la gaita. Fue maestro y locutor. En tiempos de estrechez económica, trabajó en una farmacia y hasta pintó casas para conseguir dinero, recuerda su esposa. Vivió solo 30 años y en su honor se celebra cada 8 de noviembre el Día del Gaitero.

 

Vino al mundo enmantillado. Así repetía con orgullo Ida Cira González cada vez que algún vecino elogiaba a su hijo Ricardo Aguirre. Tanta visión y fuerza había en esa madre que, sin esperarlo, hizo que esas palabras marcaran al cuarto de sus varones, quien a pesar de que solo vivió 30 años sigue siendo el gaitero más importante del país.

 

Sin poses, ni divismos. Sencillo, carismático, culto, colaborador, alegre y dueño de un vozarrón, así lo recuerdan en la familia y quienes lo conocieron y oyeron cantar.

 

Dentro y fuera del Zulia lo llaman “El Monumental de la Gaita”, como lo bautizara el abogado Octavio Urdaneta. “Era la figura más destacada del género. Jugaba con su timbre de voz, tanto con los bajos como con los agudos y a mí me pareció aquello excepcional. Era, en síntesis, un monumento de hombre, un artista”, describía Urdaneta para el libro Ricardo Aguirre, El Monumental, escrito por Miguel Ordóñez.

 

Aguirre se inicio profesionalmente con el conjunto Los Sabrosos. Pasó luego a Cardenales del Éxito y Saladillo. Tocó cuatro, compuso temas y grabó más de 65.  Cobró celebridad por sus interpretaciones de la llamada “gaita protesta”, y en particular se recuerda la de la “Grey zuliana”, un clásico de este género. Falleció trágicamente en Maracaibo durante un accidente de tránsito en 1969.

 

(Panorama)

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