Con las “manos en la masa” se han capturado a los dirigentes opositores Henrique Capriles, Freddy Guevara y Ramón Muchacho alentando, saludando y caminando junto a grupos de terroristas que desde el mes de abril vienen sembrando zozobra, trayendo destrucción y luto a más de una treintena de hogares venezolanos.
Estas actitudes contrastan con un comunicado reciente emitido por la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) en la que afirman que “nuestra lucha es pacífica, democrática, constitucional y electoral, por ello no avalamos, bajo circunstancia alguna, acciones que generen violencia”.
Además, en ese documento, supuestamente, rechazan las llamadas guarimbas “cuando se entienden y asumen como el bloqueo de vías en urbanizaciones o solas residenciales, o cuando las usan como sinónimo de violencia o vandalismo”.
Entonces, ¿por qué líderes visibles de la MUD hacen lo contrario a lo que está escrito sobre papel?
Retomemos algunos hechos.
Este lunes 8 de mayo se vio al gobernador de Miranda, Henrique Capriles con megáfono en mano caminando junto a los encapuchados que más tardes protagonizaron los hechos violentos en la zona de El Rosal, del municipio Miranda.
Tras la marcha del 19 de abril salieron a la luz videos donde se escucha al dirigente del partido de extrema derecha Voluntad Popular, Freddy Guevara girando instrucciones a los violentos: “Encapuchados pasen a segunda fila para proteger a los diputados y ustedes puedan devolver las bombas”.
A otro que se le ha visto caminar sin ningún tipo de reparo junto a los terroristas es al alcalde del municipio Chacao, Ramón Muchacho, por cierto, centro principal de las protestas. Muchacho estuvo este miércoles 3 de mayo detrás del grupo que cargaba escudos y una gavera llena de bombas molotov caseras.
Como dijo en su momento la canciller Delcy Rodríguez cuando presentó esta serie de evidencias al mundo, “ese no es el comportamiento responsable que debe tener un líder político en pro de la paz, en pro del respeto a las leyes de un país. El líder aupando a los encapuchados”.
En evidencia han quedado estos dirigentes que deben asumir legalmente las responsabilidades que acarrea la violencia que respaldan.
(LaIguana.TV)
