La Asamblea General declaró el 21 de septiembre Día Internacional de la Paz. Es una jornada dedicada al fortalecimiento de los ideales de la paz, tanto dentro de las naciones y los pueblos como entre ellos.

 

Si piensas en el concepto de paz, probablemente venga a tu cabeza una paloma blanca. Pero ¿de dónde proviene esta alegoría?

 

El símbolo comenzó a hacerse popular después de la Segunda Guerra Mundial, pero es muchísimo más antiguo y pertenece a la tradición judeo-cristiana.

 

Se menciona ya en la Biblia en el relato sobre el diluvio universal y el arca de Noé. Fue esta ave el que dio la señal de que Dios ya no estaba enfadado con los seres humanos y de que Noé podía desembarcar junto con los animales que estaban en su arca. Tras 40 días de diluvio, Noé soltó una paloma para comprobar si había tierra firme. Volvió con una rama de olivo en el pico.

 

En 1949, en el Congreso Mundial por la Paz el artista Pablo Picasso popularizó la imagen con sus dos dibujos: una paloma en el suelo y sin nada en el pico, y otro, con la paloma volando y el famoso ramo de olivo en la boca.

 

El otro símbolo de la paz mundialmente conocido fue diseñado por Gerald Holtom en 1958 durante la Campaña de Desarme Nuclear en el Reino Unido. Consta de tres líneas que apuntan hacia abajo y una vertical dentro de un círculo. La versión más difundida sobre su origen es simple: no es más que la pata de una paloma.

 

(Sputnik)