La vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez, denunció este viernes a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) que «EE.UU. ejerce un nuevo tipo de terrorismo que usa bancos en vez de bombas».

 

Durante su intervención en el debate de la 74.ª sesión de la Asamblea General de la ONU, la funcionaria venezolana señaló que el gobierno del actual presidente estadounidense, Donald Trump, tiene el récord de haber lanzado 44.096 bombas «que han causado el sufrimiento de poblaciones enteras», un estimado de 121 bombas por día.

 

Sin embargo, manifestó que hay un nuevo tipo «terrorismo de Estado que se impone sobre los pueblos y ya no utiliza bombas, sino bancos y compañías de seguros que están al alcance de una tecla en la era digital».

 

Explicó que «se trata justamente de medidas impuestas por los EE.UU. usando el predominio del dólar como moneda de reserva mundial».

 

En este entramado, el Departamento del Tesoro, al que denominó «el pentágono económico», es el que «militariza las relaciones internacionales y castiga a millones de personas inocentes para aplicar doctrinas de cambios de régimen y robarse, descaradamente, los recursos de las naciones».

 

El experimento con Venezuela

 

Un ejemplo de esta nueva forma de este «terrorismo» son las sanciones que el país norteamericano ha aplicado contra Caracas, que se han intensificado durante la presidencia de Trump.

 

«Entre 2015 y 2019 el Gobierno de EE.UU. ha decretado más de 350 medidas coercitivas unilaterales contra la República Bolivariana de Venezuela», detalló.

 

Señaló que esas medidas estadounidenses incluyen la «apropiación ilícita e indebida de todos nuestros recursos y activos en el exterior, bloqueo financiero y comercial total, afectación a la salud, educación, alimentación». Indicó que estas sanciones están «dirigidas a a asfixiar la economía venezolana» y «someter» a ese pueblo.

 

Con ello, dijo, Washington ha usado a Venezuela como un «experimento perverso contra el multilateralismo» para ejercer el «terrorismo económico». Precisó que las sanciones han causado al país suramericano «la disminución en más de nueve veces su ingreso» y se estima que entre 2015 y 2018 las pérdidas para la economía venezolana alcanzaron los 130.000 millones de dólares.

 

Medidas coercitivas en el mundo

 

Pero, brindó una cifra más alarmante, dijo que en el año 2014 EE.UU. había impuesto 6.000 medidas coercitivas a decenas de países. «Hoy, en 2019, el número ha aumentado a 8.000 medidas coercitivas unilaterales e ilícitas».

 

«Son el arma preferida de dominación en el siglo XXI, menos costo y mayor rentabilidad neocolonial», señaló y precisó que en la actualidad 32 países sufren las agresiones económicas del Gobierno estadounidense y, según cifra que citó de la ONU, «un tercio de la humanidad sufre las consecuencias de estos castigos colectivos».

 

«Estas medidas constituyen uso de la fuerza prohibida por la Carta de las Naciones Unidas y el derecho internacional público, lo cual atenta contra la paz, la seguridad y violenta masivamente los derechos humanos», enfatizó.

 

Ante esta realidad, Rodríguez solicitó a la ONU investigar «todas las infames violaciones» a la Carta de ese organismo cometidas por parte de EE.UU., que constituyen «crímenes de lesa humanidad».

 

Puesta en marcha del TIAR

 

La vicepresidenta venezolana también hizo mención a la puesta en marcha del Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR) en la Organización de Estados Americanos (OEA) contra Venezuela, mecanismo del cual, recordó, Caracas se retiró hace algunos años.

 

La medida ha sido propuesta por EE.UU. y recibió el apoyo de varios países de la región, aliado a Washington.

 

Al respecto, Rodríguez señaló que aprobar el TIAR busca sembrar los pilares para una «intervención armada en Venezuela».

 

Recordó que hasta ahora se han llevado a cabo intentos de golpe de Estado en el país suramericano para buscar un cambio de Gobierno, pero han sido «derrotados» por las autoridades locales. También enumeró intentos de «magnicidio» contra el mandatario Nicolás Maduro e intenciones de asesinato a «todo el alto mando político y militar».

 

Campamentos de mercenarios en Colombia

 

La funcionaria denunció que existen tres lugares al noroeste de Colombia donde se han instalado campamentos «donde se está entrenando a terroristas para agredir a Venezuela».

 

Esos tres sitios son, según precisó: Santa Marta, Riohacha y Maicao.

 

En concreto, entregó las siguientes coordenadas de los tres campamentos:

 

Santa Marta: 11°14’19″N 79°6’15″O.

 

Riohacha: 11°32’03″N 75°55’14″O.

 

Maicao: 11°22’39″N 72°13’58″O.

 

«Enfrentamos la instrumentalización de bandas criminales, de paramilitares y del narcotráfico para desestabilizar a Venezuela», enfatizó Rodríguez.

 

La funcionaria mostró en la sede de la ONU una fotografía del líder opositor venezolano Juan Guaidó, a quien EE.UU. reconoce como presidente interino de Venezuela, junto a paramilitares colombianos, específicamente de la banda ‘Los Rastrojos’.

 

Informó que las autoridades venezolanas han hecho llegar a la Corte Penal Internacional «un video que contiene la confesión completa de un cabecilla de la banda paramilitar ‘Los Rastrojos'», para que se sume al examen preliminar sobre Colombia y el paramilitarismo.

 

(RT)