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La escalada de violencia contra el chavismo se ha exacerbado de tal manera que incluso algunos ciudadanos que no tienen ningún nexo con la Revolución se han visto involucrados.

 

Tal es el caso de los dueños del restauran Boca’s, en Miami. A uno de los socios, llamado Levin De Grazia, se le acusó de ser el testaferro de chavistas, ante lo que Cesar González, el otro socio del negocio, quiso salir al paso.

 

«Por ahí pusieron a circular un invento sobre mi socio aquí presente, Levin De Grazia a quien llaman testaferro del gobierno y enchufado. Nada más «sabroso» para el morbo de quien no digiere el éxito ajeno y no lo entiende que difundir lo que quiere creer porque le resulta mejor y más fácil. Nada más lejos de la realidad. Quiero dejar claro que el capital con el que comenzamos nada tiene que ver con el gobierno, hemos levantado un proyecto a fuerza de trabajo y constancia», publicó González a través de su cuenta en la red social Instagram, @co_cinero.

 

Parece que las campañas de odio se están saliendo de control, y además de este ejemplo está el testimonio de voceros como Lilian Tintori o Freddy Guevara, quienes han instado a sus seguidores a no replicar actos de acoso como los que han ocurrido contra personas a las que se les «acusa» de chavistas, como el caso de los propietarios del local mayamero que se deslindaron del chavismo.

 

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(LaIguana.TV)