El peso colombiano, considerada hoy por especialistas entre las monedas más depreciadas en el último año, sigue en picada en un contexto económico de incertidumbre en el orbe.

 

La tendencia a la baja se observa con mayor fuerza desde hace varias semanas, al punto de que la víspera el dólar se cotizó a tres mil 489 pesos, muy cerca de la barrera de los tres mil 500.

 

Especialistas subrayan que los pronósticos de recesión económica mundial y la guerra comercial desatada por Estados Unidos, siguen pesando sobre el peso colombiano.

 

A principios de agosto último, el dólar cambió de manos a tres mil 483 pesos, un nivel no visto desde el 12 de febrero del 2016.

 

José Antonio Ocampo, codirector del Banco de la República, explicó que el alza de esa divisa debería tener un efecto positivo sobre la balanza comercial, ‘es más rentable exportar y más caro importar’.

 

 

Por su parte, el presidente de la Sociedad de Agricultores de Colombia, Jorge Enrique Bedoya, subrayó que el impacto más fuerte se va a sentir en los precios de los alimentos importados: aproximadamente 14 millones de toneladas anualmente.

 

Daniel Felipe Lombana, analista de estudios económicos de Acción Fiduciaria, se refirió a ‘la fuerte aversión al riesgo que están mostrando los mercados internacionales, que incrementan el apetito por activos refugio’.

 

Analistas opinan que dicha situación podría provocar el encarecimiento del costo de vida en el país sudamericano en los próximos meses, al tiempo que favorecería a quienes reciben remesas y estimularía las visitas a esta nación.

 

(Yvke Mundial / Prensa Latina)