El Grupo Goldman Sachs Inc. compró aproximadamente 2.800 millones de dólares en bonos de Petróleos de Venezuela, S.A. (Pdvsa) que habían estado en el poder del Banco Central de Venezuela (BCV).
En este sentido, el presidente de la Asamblea Nacional (AN), Julio Borges, criticó esta acción y envió una misiva al director ejecutivo de Goldman Sachs, Lloyd Blankfein, en la que aseguró estar indignado ante la compra de los bonos, asegurando que Venezuela adquiría una nueva deuda.
Igualmente, Borges envió cartas a importantes bancos globales para exigirles que no hicieran ninguna operación con Venezuela. “Tengo la intención de recomendar a cualquier futuro Gobierno democrático en Venezuela a no reconocer ni pagar estos bonos”
Por su parte, Goldman Sachs defendió su decisión de comprar 2.800 millones de dólares en bonos de Petróleos de Venezuela, S.A. (Pdvsa), tras haber recibido dichas críticas. “Hemos invertido en bonos de Petróleos de Venezuela (Pdvsa) porque, como muchos otros en este sector, creemos que la situación en ese país tiene que mejorar con el tiempo”, afirmó hoy el banco en un comunicado remitido a Efe.
“Reconocemos que la situación es compleja y cambiante y que Venezuela está en crisis. Y coincidimos en que la vida tiene que mejorar y en parte hicimos esta inversión porque creemos que así será”, reconoció el banco en un comunicado.
De igual forma, la empresa explica que al igual que muchas otras compañías que se mueven en el sector de las inversiones, esperan que la situación en Venezuela mejore con el tiempo.
Esta transacción confirma que en el mercado internacional, las empresas públicas venezolanas como Pdvsa son percibidas como entes financieros sólidos pese a la situación económica que enfrenta actualmente el país.
No obstante, decenas de personas protestaron frente a la sede central de Goldman Sachs en Nueva York convocados por la plataforma “SOS Venezuela NY”, que considera la transacción del banco “inmoral” y una forma de apoyo al presidente Nicolás Maduro.
La reciente venta de bonos de la petrolera Pdvsa supone una derrota para quienes se empeñan en desacreditar en el escenario internacional la estabilidad financiera del Estado venezolano.
