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El 3 de enero de 2009 se inició con el Bloque Génesis de Bitcoin la revolución de Blockchain. Una revolución tecnológica silenciosa durante años en la que técnicos de sistemas distribuidos y finanzas experimentaban sobre lo que era casi más un problema tecnológico que un proyecto con viabilidad real.

 

De esos orígenes de reemplazar el dinero de curso legal con un dinero digital descentralizado sin necesidad de bancos centrales o comerciales ha surgido todo un gran movimiento que agrupamos bajo el paraguas de Blockchain. La tecnología Blockchain nace con Bitcoin y Luis Carlos García, uno de los usuarios pioneros de Bitcoin y coautor del LibroBlockchain.com, describe detalladamente cómo funciona una transacción Bitcoin en el correspondiente capítulo dentro del libro «Blockchain: la revolución industrial de internet» que ha publicado Ediciones Gestión 2000 (Grupo Planeta) recientemente.

 

¿Qué te motivó para interesarte por bitcoin desde 2012?

 

Aunque conocí de la existencia de Bitcoin en 2011, no fue realmente hasta mediados de 2012 cuando me dediqué a comprender en profundidad el funcionamiento de su tecnología subyacente. El hecho de que el control, tanto en la creación, como en la transmisión y custodia del dinero, pasase a ser gestionado por un algoritmo matemático sólo modificable por consenso me pareció un cambio de paradigma, una revolución en sí misma.

 

En un mundo donde internet se ha vuelto prácticamente ubicuo, de pronto, disponíamos de una especie de patrón oro digital, en el que sus participantes no necesitaban confiar en nadie (si no lo deseaban) a la vez que les permitía transferir valor utilizando las tecnologías de la información. Esta nueva variante recuperaba una propiedad que el dinero había perdido hacía siglos y que era la libertad de su propietario sobre cómo usarlo y qué características acepta para el mismo.

 

Condición sine qua non era que el proyecto estuviera basado en software libre, una tecnología abierta disponible para cualquiera, como era el caso; de no haber sido así, no me hubiese interesado en absoluto.

 

¿Qué es lo más difícil para entender el funcionamiento de bitcoin?

 

Supongo que responder a las preguntas: ¿es el sistema confiable? y ¿de dónde emana esta propiedad básica?, ya que son las primeras que debería plantearse cualquier persona que se acerque por primera vez a este mundo. La respuesta a ellas se asienta en tres pilares fundamentales: ¿por qué es un requisito imprescindible para ello que el software sea libre?, ¿por qué funciona la criptografía de clave asimétrica? y ¿cómo se alcanza el consenso que ideó el inventor de Bitcoin, Satoshi Nakamoto?

 

Llegar a conclusiones propias requiere conocimientos técnicos elevados y no es fácil para la mayoría de la gente que no proviene de estos entornos. Además, todas las personas alcanzamos un punto en el que tenemos que depositar la confianza en terceros, no todos podemos revisar el software para ver si hace lo que dice, ni tenemos la capacidad para verificar los teoremas matemáticos que hacen de la criptografía una herramienta segura.

 

Pero es importante que antes de dar por bueno un hecho nos hagamos las preguntas adecuadas e intentemos adentrarnos todo lo posible en las respuestas en función de nuestras capacidades. Este caso es aún más relevante si pensamos arriesgar parte de nuestro dinero en esta tecnología.

 

¿Si entiendes bitcoin es más fácil entender las otras criptomonedas o altcoins?

 

Por supuesto. La idea genial que permite el desarrollo de este nuevo paradigma se hace pública en el año 2008, desde ese momento, otra serie de individuos que perciben la importancia del descubrimiento comienzan a imaginar nuevos usos o formas alternativas del concepto que permiten resolver problemas que no se habían planteado inicialmente.

 

Imaginémonos la rueda, es posible que su desarrollo tuviese que ver con el desplazamiento de grandes cargas, pero acabó utilizándose en los engranajes de los relojes o en las norias, lejos de su idea de uso inicial, sin embargo, la idea subyacente es simple y presenta su estructura básica en todos los casos.

 

Podemos concluir lo mismo para el resto de criptomonedas, aunque todas modifican características de la idea original sobre la que se sustenta Bitcoin, ninguna aporta una verdadera innovación al nivel que lo hizo Satoshi en 2008, simplemente presentan otras formas de uso que no se plantearon inicialmente. Así que la respuesta es sí, si comprendes el funcionamiento de Bitcoin, conoces los fundamentos básicos de todas ellas y te resultará mucho más simple entender qué problema pretenden resolver con las modificaciones que proponen.

 

¿Cuál es el futuro que te imaginas con bitcoin u otras criptomonedas?

 

Es difícil de predecir, en 2013 suponía que acabarían siendo prohibidas en las principales potencias económicas y que dependería del rechazo a esta imposición de sus ciudadanos el que acabasen sobreviviendo o no. La tarea evidentemente no es nada sencilla puesto que los gobiernos no disponen de medidas que puedan ser auténticamente eficaces a la hora de impedir su uso, además se requeriría de un acuerdo a escala mundial para tener posibilidades de éxito.

 

Esta actitud beligerante no se ha dado y los estados prefieren decantarse por sacar provecho de alguna forma al nuevo espacio económico que se abre ante nosotros. Su planteamiento es dejar que florezca este nuevo mercado pero tratar de regularlo, lo cual es un reto enorme y sumamente complejo ya que esta tecnología sustenta su desarrollo y evolución en unos algoritmos matemáticos y unas reglas de consenso que nadie controla directamente.

 

Es una herramienta puesta en manos de la sociedad cuya forma de uso mayoritario lo decidirán las personas individualmente, pero su uso no ha de ser exclusivamente monetario o como forma de activo alternativo, también lo puede ser como registro de propiedad, de identidades o historiales, de seguimiento de mercancías, etc. ¿Quién sabe? Estamos en medio de una tormenta de ideas que conducirá a un crecimiento de la innovación de forma explosiva.

 

Imagino un futuro en el que cambiarán muchas de nuestras relaciones económicas tal y como ahora las realizamos. Considero que se convertirán en la sangre de internet y, puesto que internet ha modificado enormemente el mundo en tan sólo 20 años, las criptomonedas también lo harán. Un cambio que será tan grande como para imaginar un mundo en el que las máquinas (o el software) podrán establecer relaciones económicas entre ellas sin requerir intervención humana, un cambio enorme, difícil de imaginar.

 

(economiahoy.mx)