Un grupo de manifestantes opositores al Gobierno de Evo Morales derribó la estatua del fallecido presidente venezolano Hugo Chávez en la ciudad de Riberalta, en la Amazonía boliviana.

 

Esta reacción en contra del monumento, inaugurado por el mandatario en 2013, ocurrió tras el anuncio de los resultados preliminares que daban a Morales como ganador de las presidenciales en primera vuelta.

 

Ante estas cifras iniciales, en La Paz, capital boliviana, también se registraron disturbios en contra del supuesto «fraude» en las cercanías del Tribunal Supremo Electoral, donde se realiza el escrutinio de los votos emitidos durante las presidenciales del domingo 20 de octubre. 

  

Los actuales resultados del conteo rápido oficial de los comicios, con el 95,63 % de las actas verificadas, indican que Morales ganaría las elecciones en primera vuelta al obtener más del 40 % de los votos y una diferencia de más de 10 puntos sobre su principal contendiente, Carlos Mesa. Sin embargo, el escrutinio definitivo muestra un resultado más ajustado entre los dos candidatos a la Presidencia. 

 

Bolivia y Venezuela estrecharon sus lazos de integración tras el triunfo de Morales, en 2006. Ambos países forman parte de la Alianza Bolivariana para los pueblos de Nuestra América (ALBA), iniciativa de los fallecidos Chávez y el presidente cubano Fidel Castro.

 

Tanto Morales como Chávez manifestaron reiteradamente su mutuo aprecio y afinidad en cuanto a su visión política antiimperialista e integracionista.

 

(RT)