El humorista y escritor Roberto Malaver hizo pública su más reciente columna en la que con sátira y buen humor habla de los últimos desaciertos de la oposición venezolana, y sus aliados, para derrocar el Gobierno de Nicolás Maduro.

 

A Malaver no se le escapa la aprobación de los millones de euros por el Estado venezolano para la adquisición del pernil que cada año el Gobierno de Maduro entrega a las comunidades más vulnerables. El pernil resulta una buena excusa para hablar de los fracasos de la dirigencia opositora, el Gobierno de Mauricio Macri, Lenín Moreno y hasta el mismo Donald Trump; quienes parecen no cansarse en generar desestabilización para deponer a Nicolás Maduro.

 

A continuación la columna íntegra:

 

¡Cuando el cochino está gordo, hasta el rabo es chicharon! Ya los chavistas se pusieron a esperar su pernil mientras nosotros seguimos esperando que cese la usurpación. Es una vaina que no terminamos de comprender. Estos carajos siempre esperan, y por lo menos de vez en cuando consiguen alguna vaina, en cambio nosotros nos la pasamos pelando bola de la buena. Nunca pegamos una, y eso que contamos con los mejores aliados, aunque ya perdimos al compañero Macri, a quien ya seguramente mandamos al mismo carajo sin importarnos que una vez nos apoyó, y hasta una embajadora le envió el autoproclamado pendejo, que seguramente ya le pidió que se viniera porque si antes no tenía nada que hacer allá, ahora con Fernández mucho menos. El compañero Lenin Moreno también está bailando en un tusero, y ya todo el mundo sabe que allí no gobierna un carajo. El dúo Duque-Uribe también peló bola en las elecciones en Colombia y ahora no tienen ningún gobernador y uno que otro alcalde, es decir, que estamos perdiendo aliados que jode, y todavía no cesa la usurpación para que venga la transición y las elecciones libres, que eso fue lo único que nos enseñó a decir el autoproclamo interino o como se llame.

 

Y ahora que el dictador les anunció 11 millones 800 mil euros para comprar 13 mil 500 toneladas de pernil, los chavistas andan viendo a todo cochino con un oscuro objeto del deseo. Y se nos viene diciembre y lo único que anuncia el autoproclamado es una marcha, qué bolas, ya nadie le está parando la mínima pelota y hasta bobolongo lo están llamando, recordando al director del medio que más nos ha apoyado en esta pelea que uno sabe que la lucha es cruel y es mucha, pero uno lucha y se desangra por salir del régimen, pero no tenemos la gente capaz, puro bate quebrao, dígame ese Julio- asesino de niños- Borges, que está millonario en Colombia, y Antonio – Pensionado- Ledezma, también está viviendo como un Rey Juan Carlos en Madrid, y uno esperando el cese de la usurpación. El que nos venga a dar el feliz año el 31 de diciembre le vamos a meter su coñazo para que respete.

 

También el compañero Trump está pasando por un trance difícil con esa vaina que ninguno de nosotros sabe qué carajo es, una vaina que llaman impeachment, él sabrá qué vaina es esa. Desde que botaron al compañero John Bolton comenzamos a jodernos todos, porque ese carajo sí estaba dispuesto a echarle bolas a salir de la tiranía. PomPeo y Pence parece que se olvidaron de lo que nos habían prometido, porque ya ni hablan de nosotros que fuimos tan sinceros.

 

El papá de Margot llegó cantando: «esta era una vieja que tenía una puerca, bajo la cama la mantenía». Y muerto de la risa se fue para el cuarto y agarró la puerta y le metió su coñazo durísimo, y el vecino gritó: «Llegó el pernil».

 

-Ven a mi casa esta navidad. -Me canta Margot.

 

(LaIguana.TV)