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Boletos especulativos .- Tal como ocurrió en la temporada 2002-2003, el béisbol profesional no escapa a la situación del país. En aquella ocasión, la Liga Venezolana de Béisbol (LVBP), presidida por el inefable y renunciante jefe de la inestable Mesa de la Unidad Democrática, Ramón Guillermo Aveledo, paralizó ipso facto los juegos de la pelota criolla en medio de las festividades navideñas, solo con el fin de derrocar a Hugo Chávez.


Hoy, 12 años más tarde, la LVBP, a cargo de Oscar Prieto Párraga, pese a recibir dólares preferenciales a Bs.6.30, incrementó su boletería de manera descarada, rayando en la usura y situándose en el bando de los que contribuyen a convertir el salario de la clase trabajadora en agua y sal. Los aficionados con toda la razón se quejan de que los tickets para acceder a los campos de juegos aumentaron hasta un 60%, situación que no dudan en catalogar de altamente especulativa.

Esa noticia, dizque de alegría para unos medios, de que los equipos recibirían dólares a la mejor tasa posible, Bs.6.30 orientada a costear sus gastos de contratación y logística, lo que redundaría en el precio de las entradas, más bien fue un trago amargo. 

Por cierto que la prensa lejos de cuestionar esta conducta asumida por los mandamases de la liga, se han dado más bien a la tarea de minimizar el incremento. De allí que den cabida en sus páginas a voces que justifican el incremento de la boletería.

Y si en 60% ha sido el incremento, qué quedará para aquellos que con el ánimo de apoyar a sus equipos caen en las garras de los buitres de los revendedores que pululan a granel por las inmediaciones de los estadios.

Pero no todo llega hasta allí. En una conducta impropia de un juego limpio, los que rigen el estacionamiento de la Fundación UCV decidieron un aumento de 500% en el costo del ticket para aparcar en ese recinto. El notición agarró por incauto a los que asistieron al primer choque entre Navegantes y Leones, quienes tuvieron que pagar Bs.100 y no 20 como la zafra pasada.

En tales casos pareciera que el aficionado, como suele ocurrir por estos lares, es el que resulta más perjudicado, sobre todo el fanático de a pie. El llamado es al superintendente de la Sundde para que visiten los estadios y así ver si la saca de jonrón.

Por Simón Alberto Osorio