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Luego de haber declarado a Venezuela como una amenaza “inusual y extraordinaria” a través de un documento firmado por el propio presidente estadounidense, Barack Obama, el pasado 9 de marzo, ahora el Departamento de Estado de ese país, niega que esto busque generar inestabilidad.

 

“El objetivo de las sanciones es persuadir al gobierno de Venezuela de que cambie de comportamiento”, dijo la portavoz, Jen Psaki, dejando ver la intención de torcer el brazo del gobierno venezolano a través de la “persuasión”, admitiendo que están haciendo frente directamente al gobierno democrático de nuestro país.

 

Esto demuestra que lo que se intenta con estas medidas es socavar las bases legítimas del Estado venezolano, atacando a funcionarios clave dentro del funcionamiento del ejercicio judicial u oficiales de alto rango militar en puestos delicados de administración de la defensa y seguridad.

 

(LaIguana.TV)