Durante una fuerte tormenta que se registró este domingo en Queensland (Australia), cayeron enormes bolas de granizo. Los pedazos de hielo alcanzaron un tamaño de seis centímetros y golpearon violentamente autos y hogares de la zona, informan medios locales.

 

El temporal dejó al menos 23.000 hogares sin electricidad, varios parabrisas rotos y techos averiados tanto de viviendas como de locales comerciales. Previamente, las autoridades habían lanzado una advertencia severa de granizo y vientos destructivos desde Gympie hacia Brisbane.

 

En algunas zonas, las ráfagas de viento superaron los 57 kilómetros por hora y se prevé que las lluvias continúen. Sin embargo, las precipitaciones no serían suficientes para sofocar los incendios forestales que afectan desde hace varias semanas otras zonas del país.

 

De momento, se registran 56 incendios activos, y más de la mitad todavía no han sido controlados. Las llamas ya se han cobrado la vida de 4 personas, han destruido más de 270 hogares y han quemado alrededor de un millón de hectáreas.

 

(RT)