La portavoz del Ministerio ruso de Asuntos Exteriores, María Zajárova, denunció las sanciones impuestas por Estados Unidos contra Venezuela, que ante todo afectan a los ciudadanos del país.

 

Las «sofocantes» sanciones de Washington «cada vez más afectan los intereses de los venezolanos de a pie, es imposible no reconocer que resultaron los más afectados, aunque el objetivo inicial era otro», recalcó Zajárova. 

 

Expresó que los intentos de «una rápida remoción del Gobierno legítimo del presidente Nicolás Maduro» resultaron infructuosos.

 

La portavoz expresó su convicción de que los partidarios de esta iniciativa subestimaron «el apoyo brindado al liderazgo del país por parte del pueblo venezolano» a pesar de los problemas económicos que este sufre.

 

«Este concepto llevó a nada más que complicaciones para la vida de los venezolanos de a pie», resumió Zajárova.

 

Asimismo, Zajárova indicó que Rusia rechaza las amenazas de sanciones de EEUU por su cooperación con Venezuela.

 

«Quisiéramos pedir de nuevo a los representantes oficiales de la Administración de EEUU no amenazar a nosotros con sanciones, nuevas o renovadas, como una especie de castigo contra operadores económicos rusos por cooperar con Venezuela», dijo.

 

La diplomática rusa tachó de «ilegítimas» las restricciones con las que amenaza Washington al destacar que estas son un «instrumento de competencia desleal» para «conseguir ventajas unilaterales».

 

El 10 de septiembre, el enviado de EEUU para Venezuela, Elliott Abrams, amenazó con sanciones a la petrolera rusa Rosneft por trabajar en Venezuela.

 

Diálogo entre el oficialismo y la oposición

 

Además, declaró que Rusia confía en que sea temporal la suspensión del diálogo entre el Gobierno y la oposición de Venezuela en el formato de Noruega.

 

«Son evidentes los continuos intentos de desestabilizar el país desde fuera, ante todo por Estados Unidos; no es por casualidad que (EEUU) haya aplicado toda su influencia para provocar la suspensión, que según esperamos sea temporal, del proceso de negociaciones del llamado formato de Noruega», dijo Zajárova.

 

Agregó que paralelamente se hacen esfuerzos para sembrar aún más la desconfianza entre Venezuela y la vecina Colombia en el marco de la guerra de la información.

 

«Hacemos un llamamiento a los países y pueblos de América Latina: no se dejen engañar», expresó la portavoz.

 

Peligro de activación del TIAR

 

La diplomática advirtió también que la activación del Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR) para abordar la crisis de Venezuela podría entrañar consecuencias graves para la región.

 

El TIAR, nunca aplicado desde su firma en 1947, contempla opciones que incluyen negociaciones diplomáticas, ruptura de relaciones diplomáticas, suspensión de acuerdos económicos y de transporte, cancelación de comunicaciones radioeléctricas y radiofónicas, e incluso una intervención militar.

 

«Consideramos peligrosas las perspectivas de semejante desarrollo de acontecimientos para la seguridad regional y la estabilidad de América del Sur», advirtió Zajárova.

 

Advirtió que semejantes decisiones se toman de cara al inicio del 74 período de sesiones de la Asamblea General de la ONU programado para el 17 de septiembre.

 

Zajárova llamó a los Estados de la región a seguir firmes en su afán de evitar guiones militares y no ceder a las provocaciones.

 

Los países de la OEA que aprobaron la propuesta fueron Argentina, Brasil, Chile, Colombia, El Salvador, Estados Unidos, Guatemala, Haití, Honduras, Paraguay y República Dominicana, junto al representante de la Asamblea Nacional de Venezuela (de mayoría opositora y declarada en desacato por el Gobierno venezolano), en representación de Juan Guaidó, autoproclamado presidente de esa nación suramericana.

 

Costa Rica presentó una enmienda para evitar una respuesta militar que fue rechazada, por lo que se abstuvo, junto a Trinidad y Tobago, Panamá, Uruguay y Perú, mientras que el representante de Bahamas estaba ausente en la reunión.

 

El Gobierno de Venezuela consideró nula la decisión de 12 países de la OEA.

 

El canciller venezolano Jorge Arreaza, consideró la votación como una «infame decisión de un pequeño grupo de Gobiernos alineados a los intereses de EEUU, al pretender invocar la activación írrita y nula del TIAR».

 

(Sputniknews)