El articulista Ángel Guerra Cabrera, del diario La Jornada, de México, atribuyó el despido del exasesor de Seguridad Nacional de Estados Unidos, John Bolton, al estrepitoso fracaso de los planes de derrocar a Nicolás Maduro y establecer en Venezuela un gobierno títere.

 

“La fulminante destitución del criminal de guerra John Bolton por Donald Trump del cargo de consejero de seguridad nacional ha generado un gran interés noticioso”, señala la nota del periodista mexicano.

 

“Bolton le prometió a Trump, un sujeto sin apenas experiencia política cuando llegó a la Casa Blanca, el derrocamiento de Maduro a más tardar en marzo de este año con el monumental impulso que le daría el autoproclamado Guaidó a la contrarrevolución”, indica Guerra Cabrera en su análisis.

 

“Una combinación de supuestos llevaría a ese objetivo: rebelión de masas encabezada por el hasta entonces desconocido líder opositor, recrudecimiento factual y legislativo del bloqueo al país suramericano en alianza con la Unión Europea y los gobiernos de derecha de América Latina reunidos en el Grupo de Lima y el quebrantamiento de la unidad institucional de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana(FANB), que llevaría a un golpe de Estado o una intervención militar, indirecta, directa, o de una coalición”, precisó.

 

El comentarista hizo el balance de los resultados y observó que son casi nulos: “Excepto por el recrudecimiento del bloqueo a Venezuela nada de lo que Bolton anunció a su jefe ha ocurrido. Al contrario. Guaidó ya no convoca a nadie y depende únicamente del apoyo yanqui, el pueblo venezolano no se levantó contra el presidente constitucional, la FANB no se quebró, Maduro sigue en Miraflores. Cuba, solidaria con Venezuela, resiste digna y creativamente un embate económico sin precedentes”.

 

Las promesas incumplidas habrían causado la defenestración de Bolton.

 

Guerra Cabrera recomendó ser prudentes en la valoración de este episodio, pues si bien podría indicar el retorno de algún nivel de racionalidad a la Casa Blanca, otros acontecimientos evidencian que el riesgo es creciente. “El mundo está en tal situación de peligro de guerra que hasta un cambio de matiz es invaluable. Observemos, pero sin bajar la guardia. Por el momento lo que veo es un grupo en la OEA capitaneado por Estados Unidos en el intento por aplicar el TIAR contra Venezuela, a lo que es un deber latinoamericanista oponerse enérgicamente”.

 

(LaIguana.TV)