Desde que el entrenador estadounidense Alberto Salazar fue suspendido el lunes por cuatro años por violar el reglamento sobre dopaje, la marca deportiva Nike ha quedado bajo escrutinio público, con su CEO implicado en el escándalo.

 

Inyecciones de aminoácidos (para quemar grasa), experimentos con testosterona, documentos médicos falsificados, la investigación de la agencia antidopaje de Estados Unidos (Usada) ha descubierto una serie de importantes derrapes del entrenador de atletismo más famoso del mundo.

 

Menos esperado, el nombre del CEO de Nike, Mark Parker, también aparece en el documento producido por un panel de jueces independientes, que tomó la decisión aplicada por la Usada.

 

Al parecer, el directivo recibió varios correos electrónicos que le informaban sobre el progreso de las investigaciones de Salazar y su equipo del Proyecto Oregon (NOP).

 

El NOP, un centro de entrenamiento de alto nivel con base en el noroeste de Estados Unidos y financiado por Nike, fue creado en 2001 por el triple ganador del maratón de Nueva York para revivir el elitismo de las carreras de fondo.

 

En un correo electrónico fechado en 2011, Salazar explica al CEO de Nike que, para una prueba, inyectó a uno de los miembros del NOP un litro de una mezcla de aminoácidos y dextrosa (glucosa), una dosis significativamente más alta que las permitidas por la Agencia Mundial Antidopaje (AMA).

 

Dos años antes, en otro correo a Parker, el doctor Jeffrey Brown, un colaborador del Proyecto Oregon, menciona experimentos con gel de testosterona.

 

El CEO respondió que «sería interesante determinar la cantidad mínima de hormona masculina necesaria para dar positivo en una prueba».

 

Consultada por la AFP, Nike no ha respondido. En una reacción enviada al diario The Wall Street Journal, la compañía dijo que Parker «no tenía ninguna razón para creer que la prueba no seguía las reglas dado que un médico participaba».

 

Según la versión oficial, estas pruebas respondieron a la preocupación de Salazar sobre un eventual sabotaje a sus atletas y la posibilidad de que fueran contaminados con testosterona por alguien externo que les habría aplicado el gel sin su conocimiento.

 

«Para Mark, Alberto estaba tratando de evitar que sus atletas fueran drogados», dijo un portavoz de Nike al WSJ.

 

Caen las acciones de Nike

 

El martes 1 de octubre, las acciones de Nike bajaron 1,75%, un poco más que el cierre del mercado de Nueva York, que cerró en -1,28%, solo un día después de haber registrado el precio más alto de su historia. El miércoles 2-O, la apertura registró una baja de 1% sobre las 1:45 de la tarde, hora local. 

 

Durante varios trimestres, Nike ha publicado resultados brillantes, impulsados por su reorientación hacia las ventas en línea y su buen desempeño en el mercado chino.

 

¿Puede el caso Salazar empañar su imagen?

 

Consultado por la cadena alemana ZDF, el director de la USADA, Travis Tygart, fue claro: «Espero que Nike tome eso como un llamado para que reaccione. No pueden seguir buscando excusas, deben admitir que han experimentado en nombre de ellos con sus atletas y en su centro de entrenamiento, y eso es simplemente malo». 

 

«Animales de laboratorio»

 

Los atletas eran «animales de laboratorio» que ignoraban que les dopaban a sus espaldas. Deben entender que los atletas no tenían ni idea de lo que les hacían, de lo que les daban. Ellos ignoraban las dosis, si estaba autorizado o prohibido», agregó Tygart.

 

«La historia de Nike está llena de ejemplos de apoyo a (atletas) dopados, a federaciones que favorecen el dopaje», disparó el martes en Twitter la excorredora Lauren Fleshman, patrocinada por la marca durante más de nueve años, hasta 2012.

 

«Miran para otro lado incluso cuando está claro para todos los demás que hay algo podrido», agregó. «Ponen la pipa (el logo de la firma) en bombas de tiempo. Y cuando éstas explotan, Nike suele ser el último en irse».

 

En 2012, Nike apoyó oficialmente a Lance Armstrong inmediatamente después de la publicación de un informe condenatorio de la USADA sobre el ciclista y su equipo, antes dejarlo unos días después.

 

En junio de 2016, la firma mantuvo su contrato con la tenista Maria Sharapova, suspendida por dos años por dopaje.

 

Nike mantuvo su imagen de empresa que acompaña a los atletas, ya sea Kobe Bryant, acusado de violación en 2003, o Tiger Woods, atrapado en un escándalo de adulterio en 2009.

 

«Nike está ahora bajo escrutinio público», tuiteó Fleshman, quien compitió en tres campeonatos mundiales de 5.000 m. «Si haces publicidad sobre la pureza del deporte mientras financias la cara oculta que la erosiona», escribió, «eso es un problema».

 

(AFP)