Turquía prepara una operación militar a gran escala contra el noreste de Siria con el objetivo, ha dicho el presidente Recep Tayyip Erdogan, de limpiar el territorio sirio limítrofe con su nación de las milicias kurdo-sirias, a fin de crear una “zona de seguridad” para ubicar a los refugiados sirios que están en este país.  

Sin embargo, ante este inminente hecho, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) informó este lunes que “nos preparamos para lo peor. No sabemos lo que va a pasar”, declaró el coordinador humanitario de la ONU para Siria, Panos Moumtzis.

Asegura, que las Naciones Unidas están en contacto “con todas las partes” en el terreno. Por otra parte, el Gobierno de EEUU anunció que sus fuerzas armadas no tomarán parte en esta operación militar, de esta manera Washington abandona a los kurdos, que eran sus aliados en el combate con el grupo yihadista Estado Islámico (EI).

 

«Turquía y los kurdos van a tener que arreglárselas», dijo Trump.

La puesta en ejecución de esta operación militar por parte de Turquía supone -además- una amenaza contra el patrimonio cultura sirio, cuna de la civilización persa. Según el director del Directorio General de Antigüedades y Museos de Siria (DGAM), Mahmood Hammoud, 30 por ciento del patrimonio se encuentra en riesgo de ser destruido. 

«El 30% del patrimonio cultural de Siria se encuentra en las regiones de Al Hasaka y Al Qamishli. Lo destruirá cualquier agresión del Ejército turco, como ya sucedió en Atenas, donde quedaron en ruinas todos los monumentos históricos y se efectúan excavaciones ilegales con la ayuda de una maquinaria pesada», denunció Hammoud.

(LaIguana.TV)