El presidente ecuatoriano, Lenín Moreno, ha anunciado el traslado de la sede gubernamental de la capital, Quito, a la ciudad de Guayaquil, en el suroeste del país.

 

«Me he trasladado a la ciudad de Guayaquil y he trasladado la sede de Gobierno a esta querida ciudad, de acuerdo a las atribuciones constitucionales que me competen», declaró el mandatario en medio de las fuertes protestas que tienen lugar en la capital.

 

El jefe de Estado afirma que ha antepuesto «la paz y la tranquilidad de los ecuatorianos» antes que su propio bienestar. «Los saqueos, el vandalismo y la violencia demuestran que aquí hay una intención política organizada para desestabilizar el Gobierno y romper el orden constituido, romper el orden democrático», asegura.

 

«Se acabó la zanganada»

 

Moreno ha agradecido a las fuerzas armadas y policiales del país la protección de «los derechos y la tranquilidad ciudadana». «Evitaremos siempre cualquier derramamiento de sangre», aseveró el presidente al reafirmar su postura ante estas alteraciones del orden público.

«No voy a dar marcha atrás, porque lo correcto no tiene matices», indicó Moreno, calificando la eliminación a los subsidios a los combustibles como «una decisión histórica» que arrebata a los contrabandistas «cientos de millones de dólares».

 

«Les aseguro que, por duro que parezca, hemos hecho lo correcto», aseguró el mandatario, explicando que esta decisión protegerá la salud de la economía y de la dolarización. «Se acabó la zanganada de esquilmar los recursos del Estado», acotó Moreno.

 

(RT)