Venezuela, considerada por algunos presidentes latinoamericanos como un factor «desestabilizador de la región», esta vez ha sido señalada por el Gobierno de Ecuador de propiciar hechos de violencia en medio de las protestas multitudinarias en contra del «paquetazo económico», anunciado en días pasados por el mandatario Lenín Moreno.

 

En esa misma línea, el vicepresidente ecuatoriano, Otto Sonnenhoizner, ha afirmado que, entre los extranjeros detenidos por las autoridades, hay 27 venezolanos que se habrían «infiltrado» en las manifestaciones. 

 

Estas declaraciones oficiales han trasladado la razón de las protestas, que se iniciaron tras la aprobación de una serie de medidas económicas para cumplir con el acuerdo suscrito con el FMI por más de 4.000 millones de dólares, a una presunta acción preparada por Maduro y el expresidente ecuatoriano Rafael Correa para dar al traste con la gestión de Moreno.

 

Infiltrados

 

El discurso oficial ha sido reiterativo con la atribución de supuestos planes para generar hechos de violencia a los venezolanos, que han manifestado su temor en las redes ante la posibilidad de ser víctimas de agresiones verbales o físicas de las partes en conflicto, en medio de la crisis política que vive el país andino.

 

La primera imagen de los supuestos «infiltrados» la publicó el pasado jueves la ministra del Interior de Ecuador, María Paula Romo, quien anunció la captura de 17 personas, «la mayoría» de nacionalidad venezolana, en el Aeropuerto Internacional Mariscal Sucre, de Quito, la capital del país.

 

La ministra afirmó que los detenidos tenían en su poder «información sobre la movilización» del presidente, Lenín Moreno; y del vicepresidente, Otto Sonnenholzner.

 

Sin embargo, el periodista venezolano Jefferson Díaz sostiene que existe otra versión, que hasta ahora no ha sido desmentida por voceros oficiales. Según ha escrito en su cuenta de Twitter, tras una conversación con familiares de tres detenidos, pudo conocer que estos ciudadanos se desempeñarían, supuestamente, como conductores de Uber y de Cabify que prestan servicio en la terminal aérea donde los capturaron.

 

Según la información que maneja Díaz, los capturados tenían imágenes de la llegada de Moreno a Quito, tras haber trasladado la sede de Gobierno por unos días a Guayaquil, y «al ver esto, las autoridades asumieron de inmediato que se trataba de ‘una mafia’ que se estaba infiltrando en Ecuador. Muchos de estos venezolanos tienen hasta dos años en el país», escribió.

 

Temor y xenofobia

 

Ante el desplazamiento de venezolanos en la región, en medio de la crisis económica que atraviesa el país suramericano, algunos gobiernos han endurecido sus leyes migratorias para regular su entrada. Además, altos funcionarios y figuras políticas de Colombia, Perú y Ecuador, principalmente, han responsabilizado a Venezuela de ser un «factor desestabilizador en la región» y de afectar la política interna de esos países. 

 

Estos reiterados señalamientos han sido ampliamente difundidos por los medios de comunicación, que han recogido en menor medida actos de discriminación y xenofobia en los principales países de acogida, donde algunos de sus habitantes consideran que la llegada de los venezolanos ha traído más consecuencias negativas que positivas.

 

A este contexto, se le agregan las vinculaciones recientes de grupos de ciudadanos de nacionalidad venezolana, a los que llaman «chavistas», aun siendo partidarios de la oposición, con grupos de choque con fines desestabilizadores en Ecuador.

 

Estas acusaciones, sin pruebas concluyentes, han generado temor entre los migrantes, que han tratado de mantenerse a resguardo por miedo a ser atacados ante una creciente campaña de criminalización.

 
 

¿Dónde está el culpable?

 

Aunque el Gobierno ha reiterado la supuesta relación de agentes externos, la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (CONAIE), que concentra y dirige a los movimientos originarios que llevan a cabo la protesta, ha negado mantener alguna relación con Correa o con Maduro.

 

Un asunto relacionado con la política interna ecuatoriana ha sido presentado por algunos medios como una oportunidad del «chavismo» en unión con el «correísmo» para derrocar a Moreno.

 

Si bien el Ejecutivo ecuatoriano no ha hablado directamente de chavistas, el tema ha servido para asegurar que hay supuestos «agentes venezolanos y cubanos» que habrían llegado al país andino «con fines desestabilizadores», a los que se han unidos disidentes de las extintas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), según el propio presidente.

 

Otras autoridades de la región se han unido a estas acusaciones. En esta oportunidad ha sido la vicepresidenta colombiana, Marta Lucía Ramírez, quien días atrás responsabilizó a supuestos encapuchados venezolanos del ataque a la sede de una institución de créditos educativos en Bogotá en medio de una protesta pacífica para denunciar la corrupción en una universidad y la represión de los cuerpos policiales.

En un trino, Ramírez se ha referido a un «plan» para desestabilizar «a punta de vandalismo, violencia y saqueos».

 

«Extranjeros desestabilizadores»

 

El vicepresidente ecuatoriano aseveró en cadena nacional que de los detenidos por las autoridades durante una semana de protestas hay participación de ciudadanos extranjeros y reiteró lo expresado por el presidente, quien sostiene que los disturbios son ocasionados por grupos externos.

Adelantó que son 27 los venezolanos detenidos y que «un número importante de extranjeros» declara «estar recibiendo entre 40 y 50 dólares por asistir a las manifestaciones».

 

Finalmente advirtió que «ciudadano extranjero que se preste para generar el caos, la violencia, la delincuencia, no podrá seguir en el país».

 

Maduro tras el golpe 

 

El mandatario ecuatoriano responsabilizó a su homólogo venezolano y al correísmo de estar «detrás de un intento de golpe de Estado» llevado a cabo por «individuos externos pagados y organizados».

 

«El sátrapa de Maduro ha activado junto con Correa su plan de desestabilización», dijo Moreno.

 

El mandatario venezolano respondió a estas afirmaciones bromeando sobre su supuesta capacidad de influir en la política interna de los países de la región. «Ayer salió el presidente Lenín Moreno a decir que lo que pasa allá es culpa mía, que yo muevo mis bigotes y tumbo gobiernos».

 

Frente a los señalamientos de Moreno, el diputado opositor Juan Guaidó aseguró que su equipo estaba «tratando de dar con el paradero» del exmandatario ecuatoriano, quien estuvo en Venezuela semanas atrás para entrevistar a Maduro en su espacio ‘Conversando con Correa’, transmitido por RT.

 

«No tenemos duda de que pudiera estar Rafael Correa en Venezuela, no tenemos precisión en este caso, pero estamos averiguando», manifestó el parlamentario durante una sesión de la Asamblea Nacional. Un día después, el exmandatario ecuatoriano llevó a cabo una rueda de prensa en Bruselas donde bromeó sobre su supuesta estadía en algunas ciudades venezolanas.

 

¿Cuántos venezolanos hay?

 

La cifra de venezolanos en Ecuador se encuentra entre las 300.000 y 350.000 personas, según datos del Gobierno y de la Organización de Estados Americanos (OEA). Por su parte, ACNUR ubicaba esta data en 263.000 venezolanos en junio pasado.

 

El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) sitúan en cuatro millones el número de venezolanos que han salido del país suramericano mientras que el Gobierno venezolano afirma que esas cifras están «infladas» y que no se corresponden con la realidad.

 

Por su parte, la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID, por sus siglas en inglés), perteneciente al Departamento de Estado de EE.UU., ha entregado casi 44 millones de dólares para atender las «necesidades humanitarias» de los venezolanos en territorio ecuatoriano, recoge su página.

 

Entrar ahora con visa 

 

En septiembre, el ministro de Relaciones Exteriores y Movilidad Humana de Ecuador, José Valencia, habilitó un permiso de tránsito «provisorio» para los venezolanos que quisieran ingresar al territorio y que dispusieran de una visa de acceso a un tercer país de la región.

 

Esta medida se tomó luego de que un grupo de venezolanos se quedara varado en Colombia tras la entrada en implementación del requisito de visado para entrar a Ecuador.

 

A partir del 26 de agosto, se les exigió a los una visa de turista, por 90 días o una «temporal de excepción por razones humanitarias», que solamente es otorgada en los consulados ecuatorianos en Caracas, Bogotá y Lima y cuyo formulario tiene un costo de 50 dólares. 

 

En julio pasado, el presidente Moreno firmó un decreto que estableció una visa para los venezolanos que deseen ingresar en Ecuador y una «visa de carácter humanitario excepcional» para regularizar la residencia temporal de quienes se encuentran en el país.

 

Anteriormente, los ciudadanos del país suramericano solo necesitaban el pasaporte vigente o su identificación para ingresar a Ecuador.

 

(RT)