Mientras el presidente de Ecuador, Lenin moreno, avisaba con júbilo la derogación del decreto 883, la noche del domingo 13 de octubre, miembros del movimiento popular, con profundo dolor por la pérdida de sus hermanos nativos, levantaban los escombros en la plaza Arbolito, donde fueron asesinados un grupo de manifestantes, tras un atentado originado desde un edificio cercano.

 

“¿Se escribirá la historia de una segunda traición de Lenin al pueblo ecuatoriano? solo el tiempo lo dirá. Mientras tanto el pueblo noble indígena, movimientos populares anoche comenzaron a limpiar la escena de lucha donde murieron y fueron heridos sus hermanos”, citó la periodista Madelein García.

 

Por su parte, el analista internacional Atilio Boron, calificó como irónico que se haya desmovilizado los sectores populares tras “las nuevas promesas de Moreno, referidas tan solo al primer punto de la compleja agenda impuesta por Fondo Monetario Internacional”.

 

El analista se preguntó quién ahora pagará por los 900 heridos, mil presos, asesinados y varios desaparecidos durante los 12 días de fuertes marchas en el país “y todo solo por la gasolina. Me opongo al triunfalismo reinante de Lenin Moreno”.

 

Boron además se inquirió ahora cuál será el destino de la renuncia anunciada por los minuteros, la precarización laboral y los activos del Estado.

 

“Una solución para la paz y para el país: el Gobierno sustituirá el decreto 883 por uno nuevo que contenga mecanismos para focalizar los recursos en quienes más los necesitan. ¡Se recobra la paz y se detiene el golpe correísta y la impunidad”, fue el mensaje por el Twitter, del Jefe de Estado ecuatoriano, tras derogar la orden neoliberal.

 

(LaIguana.TV)