Un pequeño de 5 años de edad, en enero cumplirá sus 6 añitos, fue víctima de un ataque cruel de xenofobia en una escuela pública de Quito, Ecuador, cuando un grupo de compañeros de clases comenzó a golpearlo y a gritarle “venezolano, vete de aquí”.
 
 
 
«Mami, mami, ¿por qué mientras me pegaban y me pateaban me llamaban venezolano y me decían ‘vete de aquí’?», contó el pequeño a sus familiares. 
 
 
 
El hecho ocurrió hace dos semanas, sus padres quisieron sacarlo a la luz pública para evitar que más niños sean víctima de ataques de este tipo y hacen un exhorto a las autoridades ecuatorianas para actúen en la prevención de este tipo de agresiones.
 
 
 
El papá del pequeño llegó hace 3 años a Ecuador y su esposa e hijo, arribaron hace 12 meses.  Su papá es ingeniero automotor y en Quito trabaja en el área administrativa de una empresa.
 
 
 
«A mi esposa le dijeron que le había sangrado la nariz y le indicaron que nos llamarían para una reunión en la Dirección», dijo a la prensa.
 
 
 
Desde que ellos inscribieron al pequeño en su escuela sintieron el rechazo e insultos por ser venezolanos. La maestra encargada del proceso de inscripción les dijo que “ya había muchos venezolanos allá, que se lo llevaran”.
 
 
 
«Ese recibimiento ‘esa bienvenida’ nos dolió bastante. Imagínese, de buenas a primeras, en su primer día en el colegio, que reciba esa energía de parte de quien está para brindarle seguridad, para ayudarle y educarle. Que una profesora trate así a mi hijo nos golpeó bastante, nos hizo cuestionarnos muchas cosas. Pero dejamos eso ahí, no quisimos hacer algo más grande. Y fue un error no haber llevado esa situación a otras instancias. Así hubiéramos evitado quizá lo que le hicieron a nivel físico. Esos niños que lo agredieron también son víctimas. Generalmente los niños repiten conductas de los adultos, lo que oyen decir», contó el papá al diario El Comercio.
 
 
 
También narró que en los últimos meses han recrudecidos los ataques xenófobos contra los venezolanos en esa nación y dice que tienen miedo de salir a la calle.
 
 
 
«Mi esposa siente temor por lo que nos pueda pasar. En el transporte público escucha decir ‘miren hay demasiados venezolanos, vienen a robarnos y a quitarnos los trabajos’. Lo dicen en voz alta, para que escuchemos», declaró.
 
 
 
No piden un trato especial para su hijo, sino que se acaben los ataques contra los venezolanos, se les garanticen sus derechos a la educación, seguridad e integridad física. 
 
 
 
(LaIguana.TV)