Durante el trayecto, el presidente depuesto de Bolivia tuvo que enfrentarse a toda una serie de problemas legales para sobrevolar el espacio aéreo de varios países.

 

El avión del presidente depuesto, Evo Morales, aterrizó este martes en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, de la capital mexicana, luego de que el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador le ha ofrecido asilo político por «razones humanitarias» tras el golpe de Estado en Bolivia.

 

El avión aterrizó a las 11:09 horas, tiempo de la Ciudad de México, tras hacer una escala en Paraguay.

 

«Ha sido un periplo por distintos lugares y decisiones políticas», comentó Marcelo Ebrard, canciller mexicano en la rueda de prensa matutina de este martes. Ebrard hacía así referencia a los contratiempos a los que se enfrentó la aeronave para poder llegar a su destino luego de que varios países de Sudamérica negaran el permiso para que el aparato mexicano sobrevolara su espacio aéreo.

 

Precisamente, fue el canciller quien, con una foto del dimitido presidente sosteniendo una bandera mexicana, confirmó el lunes que Morales ya se encontraba en el avión rumbo a México.

 

La aeronave de la Fuerza Aérea Mexicana partió la noche del lunes desde Chimoré, región de Cochabamba, en el centro de Bolivia, donde Morales estuvo refugiado tras su renuncia forzada y la zona en la que comenzó su carrera como líder sindical. Antes de partir, el líder cocalero, que viajó acompañado de su hijo y el exvicepresidente Álvaro García, mandó un mensaje al pueblo boliviano. 

 

«Hermanas y hermanos, parto rumbo a México, agradecido por el desprendimiento del gobierno de ese pueblo hermano que nos brindó asilo para cuidar nuestra vida. Me duele abandonar el país por razones políticas, pero siempre estaré pendiente. Pronto volveré con más fuerza y energía», dijo Morales antes de marcharse.

 

Un golpe de Estado

 

Bolivia atraviesa una grave crisis política desde el desarrollo de las elecciones, el pasado 20 de octubre. Si bien los resultados dieron por ganador a Morales, quien iniciaría su cuarto mandato consecutivo, la oposición denunció fraude y el Gobierno aceptó convocar nuevas elecciones. 

 

No obstante, el jefe de las Fuerzas Armadas y el comandante general de la Policía de Bolivia pidieron al mandatario que dimitiera, bajo el supuesto argumento de buscar la estabilización de la nación. 

 

Morales presentó su renuncia y declaró que lo hacía para que los opositores, comandados por el excandidato presidencial Carlos Mesa y el jefe del Comité Cívico de Santa Cruz, Luis Fernando Camacho, no persiguieran a dirigentes sindicales, dejaran de quemar casas de funcionarios públicos y para que no continuara la política de «secuestrar y maltratar» a los familiares de los líderes indígenas.

 

Miles de indígenas y simpatizantes de Morales salieron a protestar el lunes contra el golpe de Estado. Los manifestantes fueron brutalmente reprimidos por los cuerpos de seguridad.

 

La senadora opositora Jeanine Añez, quien podría asumir provisionalmente la Presidencia de Bolivia, informó que la sesión extraordinaria de la Asamblea Legislativa para designar al sucesor interino de Evo Morales se realizará este martes por la tarde.

 

 

(RT)