Este viernes 28 de noviembre, el canal TeleSUR,  a través de un trabajo periodístico, desarmó el montaje que el Gobierno de Facto de Bolivia, montó hace días para detener, humillar y acusar de supuestos “terroristas” a un grupo de trabajadores venezolanos, quienes injustamente fueron deportados, luego de haber ingresado al país legalmente.  

 

La periodista Madeleine García, a través de su investigación, reveló que 19 venezolanos, expertos en la construcción, pertenecían a la nómina de una empresa china que el ahora expresidente Evo Morales, montó en la nación.

 

El grupo de criollos, trabajaban en un campamento a 20 horas de la capital boliviana y Cochambamba, ciudad que así como La Paz, fueron denominadas como zona de conflicto, durante y después del golpe a Morales. “Ellos no sabían que serían utilizados como instrumento político por parte de gobiernos de derecha”, dijo la periodista.

 

El 14 de noviembre, a cuatro días del golpe de Estado, funcionarios del gobierno de Facto, dieron la orden de detener a los venezolanos, sin explicación alguna, sin entender lo que pasaba y sin poder defenderse, los llevaron a varias comandancias, donde los humillaron, maltrataron y golpearon.

 

El criollo Edjul Oramas, reveló que los policías “nos llevaron hasta un comando y luego a otros. A otros compañeros también nos metieron corriente, nos pegaron y agredieron”.

 

“Luego nos llevaron a la ciudad de La Paz, en un avión militar y esposados, allá nos esperaban muchos policías, nos llevaron a un edificio sin saber nada y resulta que era una rueda de prensa”, dijo Oramas.  

 

Mientras, el ministro del Gobierno de Facto, Arturo Murillo junto a la Interpol presentaban a los venezolanos esposados ante la prensa, decían con orgullo y como un gran hallazgo, que ellos eran los “terroristas” que incitaban a la violencia y que se les encontró evidencias que los ataba al gobierno de Nicolás Maduro, cuando en realidad tales pruebas nunca fueron presentadas.

 

Los humillados hombres y jóvenes venezolanos, quienes tenían apenas 30 días en Bolivia, usaban para el momento de la detención, parte del uniforme de seguridad, el cual no usa un terrorista, importante detalle que dejó pasar quienes los acusaban injustamente y fue captado por las cámaras de televisión.  

 

(LaIguana.TV)