Dos cantantes de pop originarios de Corea del Sur resultaron condenados a prisión tras ser hallados culpables de cometer abuso sexual junto a otras tres personas involucradas. Jung Joon-young y Choi Jong-hoon son los cantantes sentenciados a cumplir condenas de seis y cinco años de prisión, respectivamente.

 

Según la agencia Yonhap, los dos cantantes del denominado K-Pop (Korean Pop, en inglés) abusaron de sus víctimas en dos fiestas realizadas en el año 2016, donde realizaron violaciones grupales mientras sus víctimas no podían defenderse.

 

Un tribunal del Distrito Central de Seúl consideró que ambos participaron en violaciones en grupo contra mujeres que se encontraban en estado inconsciente o semiinconsciente en dos fiestas celebradas en 2016 en Hongcheon, provincia de Gangwon (noreste del país) y en la ciudad de Daegu, unos 230 kilómetros al sureste de Seúl.

 

Las otras tres personas que participaron en las violaciones recibieron penas de cuatro años, cinco años y ocho meses de prisión, en función de su participación.

 

Jung, que se hizo famoso en un programa musical televisivo, recibió un año más de prisión que Choi, ex miembro de la banda de K-Pop FT Island, por tomar imágenes sin consentimiento de 10 mujeres con las que mantuvo relaciones y que compartió luego en un grupo de mensajería instantánea.

 

En este grupo, en el que se hablaba en tono jocoso de drogar y violar mujeres, se encontraban otros artistas de la industria del entretenimiento surcoreana.

 

El contenido de este chat fue descubierto en el marco de la investigación en torno a Seungri, antiguo miembro de la conocida banda masculina BigBang y acusado de pagar servicios de prostitución, actividad ilegal en Corea del Sur, a potenciales inversores de uno de sus locales de ocio nocturno.

 

Las condenas a Jung y Choi se conocen apenas unos días después de que se encontrara el cuerpo sin vida de la cantante de K-Pop Goo Ha-ra, que había intentado suicidarse con anterioridad. Antes de fallecer, su expareja, el peluquero Choi Jong-bum, amenazó con difundir vídeos íntimos en los que aparecía ella.

 

A esta muerte se suma también el reciente suicidio de la cantante Sulli, que sufrió una campaña de ciberacoso por posar sin sujetador, en otro caso que viene subrayar el machismo y la misoginia que imperan en la industria musical surcoreana.

 

(LaIguana.TV)