Muchas personas suelen presentar mal olor en sus pies, lo cual, puede generarles incomodidad no solo a ellos mismos, sino a aquellos individuos con los que convive.

 

En condiciones normales, una vez que los pies han recibido la limpieza diaria necesaria, incluso, después de haber sudado, no deberían oler mal.

 

Sin embargo, esto puede suceder como parte de una reacción química que se produce cuando el sudor corporal entra en contacto con unas bacterias llamadas Brevibacterium linens y Bacillus subtilis.

 

Estos microorganismos suelen alojarse en algunas partes del cuerpo como las axilas, la ingle, el cuero cabelludo y, por supuesto, los pies; zonas en las que la transpiración suele presentarse en mayor abundancia y con mayor frecuencia, lo que propicia la aparición de estos olores.

 

Sin embargo, siempre es posible evitar el mal olor, manteniendo una rutina de higiene y limpieza; en este sentido, es ideal lavar los pies con agua y jabón antes de salir de casa y al regresar, usar medias de algodón o lana, evitar los zapatos de fibra sintética y plástico, así como ventilar el calzado una vez que ha sido utilizado, a fin de evitar la humedad y una posible proliferación de hongos.

 

Si a pesar de tomar estas medidas preventivas el mal olor persiste, se debe recurrir a un especialista médico, a fin de descartar posibles problemas hormonales que estén desencadenando esta reacción.

 

(Televen)