El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, ha advertido que su país tomará represalias y podría cerrar la Base Aérea de Incirlik, donde se despliegan las tropas estadounidenses, así como la base Kurecik  de la OTAN si Washington impone sanciones a Ankara.

 

«Es importante para ambas partes que EE.UU. no tome medidas irrevocables […] Turquía, por supuesto, responderá a las sanciones de EE.UU. si es necesario, cerraremos tanto Incirlik como Kurecik», aseveró el mandatario.

 

Erdogan expresó esa amenaza mientras comentaba en una entrevista con el canal A Haber sobre la resolución del Genocidio Armenio aprobada recientemente por el Senado de EE.UU., que reconoce los asesinatos en masa de armenios de 1915 por parte del Imperio otomano como un genocidio.

 

El líder turco amenazó que Ankara podría responder con resoluciones parlamentarias que reconocen los asesinatos de indígenas norteamericanos en siglos pasados como genocidio.

 

La compra de los S-400 rusos

 

El pasado 11 de diciembre, el ministro turco de Exteriores, Mevlut Cavusoglu, también mencionó la posibilidad de impedir a EE.UU. usar dos bases aéreas estratégicas en el país si Washington impone sanciones a Turquía por la compra de los sistemas rusos de defensa antimisiles S-400.

 

Ese mismo día, el Comité de Relaciones Exteriores del Senado de EE.UU. aprobó un proyecto de ley para imponer sanciones a Turquía por su ofensiva en el norte de Siria y la compra de los sistemas rusos S-400. Las sanciones, si son aprobadas por el Senado y promulgadas por el presidente, pueden incluir congelar los activos de Ankara, restringir las visas y limitar el acceso a créditos.

 

La base aérea de Incirlik, en el sur de Turquía, jugó un papel clave en las operaciones estadounidenses en Oriente Medio y, más recientemente, en la lucha contra el Estado Islámico, mientras que Kurecik, en el este del país, tiene instalado un sistema de radar de alerta temprana en su territorio.

 

-El contrato de compra a Moscú de S-400 por un valor de 2.500 millones de dólares se dio a conocer en septiembre de 2017. La entrega de estos sistemas comenzó el pasado 12 de julio, pese a las amenazas e intentos de persuasión de Washington para que las autoridades turcas dieran marcha atrás y adquirieran en su lugar Patriot estadounidenses.

 

 

-EE.UU. considera que los S-400 de fabricación rusa representan una amenaza para sus aviones de combate y ha suspendido la participación de Turquía en el programa de los F-35.

 

(RT)