Diferentes organizaciones indígenas responsabilizaron al gobierno de Iván Duque de la desaparición forzada del líder de la comunidad nativa chamapuro del pueblo wounaan, Erminso Chiripúa, hecho registrado en el municipio de Buenaventura. 

 

De acuerdo con medios internacionales, Chiripúa, destacado dirigente del pueblo wounaan y exgobernador de la comunidad colombiana, fue víctima de amenazas por defender su territorio ante diferentes instancias del Estado y ante grandes empresas energéticas que ejecutan operaciones en su territorio. 

 

Este líder — detalla la Organización Regional Indígena del Valle del Cauca— nunca recibió una respuesta adecuada que garantizara sus derechos, pese a múltiples denuncias y solicitudes efectuadas ante el Ministerio del Interior, la Unidad de Víctimas y la Unidad Nacional de Protección.

 

Asimismo, el Consejo Regional Indígena del Cauca (CRIC) condenó el 9 de diciembre pasado el asesinato de Jimmy Alberto Pacue, de aproximadamente 24 años de edad, quien fue ultimado en el resguardo de Jambaló.

 

Por otra parte, la Red de Derechos Humanos del Suroccidente Colombiano «Francisco Isaías Cifuentes denunció el homicidio del comunero nativo Cristian Andrés Vitonas, mientras se encontraba departiendo en una fiesta en el resguardo indígena de Toribio, en el departamento del Cauca.

 

Posteriormente, el senador Feliciano Valencia, del Movimiento Alternativo, Indígena y Social, denunció los atentados perpetrados contra sedes de organizaciones nativas.

 

Valencia lamentó que «esto siga sucediendo y que el Estado, representado en el gobierno, haga poco por garantizar la vida de las comunidades indígenas. No encontramos respaldo del gobierno para nosotros vivir tranquilos».

 

El Instituto Nacional de Medicina Legal sobre violencia en población indígena reveló que entre enero y septiembre de este año se registró 284 muertes de miembros de estas comunidades, de los cuales el 25,7% fueron en Cauca, cita el diario colombiano El Tiempo.

 

(AVN)