El periodista Vaughan Smith, amigo de Julian Assange, afirmó que el fundador de WikiLeaks le llamó a él y a su familia en vísperas de Navidad y denunció las condiciones en las que está encarcelado en la prisión de máxima seguridad de Belmarsh en Londres.

 

«Nos contó a mi esposa y a mí cómo estaba muriendo lentamente en Belmarsh donde, aunque solo en prisión preventiva, es mantenido en confinamiento solitario durante 23 horas al día y es a menudo sedado«, afirmó en un tuit, publicado el pasado 26 de diciembre, sin proporcionar detalles sobre en qué situaciones se aplican tranquilizantes a Assange.

 

«El procedimiento de extradición empieza en febrero y él necesita desesperadamente nuestro apoyo», añadió.

 

Asimismo, Smith publicó un tuit con una foto del periodista australiano que fue tomada en el 2010, cuando Assange —que entonces estaba en libertad bajo fianza— visitó a la familia de su amigo para celebrar Navidad.

 

«Sonaba horrible»

 

Posteriormente, en el marco de una conversación con RT, Smith confirmó que Assange hablaba con él sobre la muerte. «Me dijo esto: ‘estoy muriendo lentamente aquí'», indicó. Además, señaló que notó que el fundador de WikiLeaks experimentaba dificultad para hablar durante la llamada y hablaba «lentamente». «Sonaba horrible… fue muy molesto oírlo», dijo.

 

Durante la entrevista, Smith aclaró que Assange no le dijo durante la llamada que es sedado, aunque afirmó que «esto pareció bastante obvio». De acuerdo con sus declaraciones, las personas que visitaron al periodista australiano tenían la misma opinión.

 

«Simplemente no entiendo por qué está en la prisión Belmarsh en primer lugar», destacó Smith, añadiendo que Assange «no es un peligro para el público». El fundador de WikiLeaks «generó una discusión, un debate sobre cómo debe lucir la transparencia en la era digital», destacó.

 

Torturas psicológicas

 

La semana pasada, el relator especial sobre tortura de la ONU, Nils Melzer, denunció que el fundador de WikiLeaks, Julian Assange, está siendo sometido a torturas psicológicas que representan un peligro para su vida.

 

El experto destacó que se violan sistemáticamente los derechos procesales de Assange, que no puede comunicarse con sus abogados estadounidenses. A ello se une el estrés asociado a una vigilancia constante de 24 horas, que lo ha vuelto «muy vulnerable», según el relator de la ONU.

 

«Acumulativamente, esta práctica profundamente arbitraria conduce a una sobreestimulación nerviosa constante que, según muestra la experiencia, puede provocar un colapso circulatorio, una crisis nerviosa o incluso la muerte. Sin rastro de sangre. Se trata de una tortura blanca», subrayó Melzer.

 

(RT)