No solo el “Cucutazo”, como se le conoce al desfalco de fondos destinados a la manutención de militares desertores pero derivado al pago de prostitutas y otros excesos, sino también a la industria petrolera venezolana en Colombia llegó la corrupción de los designados por el presidente de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó.
 
 
Lo afirma el hasta hace poco “embajador de Venezuela en Colombia”, designado así por el jefe parlamentario y reconocido como tal por el gobierno de Iván Duque, en una explosiva carta que confirma nuevos escándalos en el entorno del dirigente político de Voluntad Popular.
 
 
Monómeros Colombo Venezolanos S.A. “transforma hidrocarburos en desarrollo social” y “con una visión de liderazgo se proyecta como una potencia petroquímica mundial”, según reseña la firma en su sitio web Monómeros.com.
 
 
Propiedad del gobierno venezolano a través de la Petroquímica de Venezuela (Pequiven), Monómeros quedó en un “limbo jurídico” desde febrero de 2019, cuando el presidente colombiano ordenó negar la entrada a ese país a la directiva de la empresa.
 
 
En este aspecto, Calderón Berti señala: “Otro hecho con el cual me he sentido distante ha sido la forma como se ha manejado el tema de la empresa del Estado Venezolano que opera en Colombia, Monómeros Colombo Venezolano, C.A.”.
 
 
Reparto político partidista
 
 
Advierte que el proceso “no se llevó de una manera profesional y gerencialmente adecuado” y asegura que “no se logró una estructura de la Junta Directiva como se proponía, sino que hubo una participación político partidista que desvirtuó parcialmente el proceso”.
 
 
Aunque el experto petrolero y también expresidente de Petróleos de Venezuela (Pdvsa) matiza que algunos de los integrantes de la Junta son “profesionales del sector” y que la producción logró “acercarse al 100% de la capacidad”, denuncia que hubo “errores gerenciales”, entre los que cita “la confusión de roles directivos”.
 
 
(Globovisión)