Francia vive este jueves una jornada de huelga general contra la reforma del sistema de pensiones impulsada por el gobierno del presidente Emmanuel Macron, que afecta a diversos sectores, incluyendo el transporte y la educación.

 

De acuerdo con medios locales, hasta un millón y medio de manifestantes salieron a las calles este 5 de diciembre. 

 

En la capital se registraron altercados con la Policía cuando manifestantes radicales prendieron fuego a varios objetos y lanzaron petardos a los agentes, que respondieron con gases lacrimógenos.

 

Para esta jornada, alrededor del 90 % de los trenes de alta velocidad que debían circular fueron cancelados, 10 de las 16 líneas del Metro de París amanecieron cerradas, cientos de vuelos fueron cancelados y la mayoría de las escuelas y colegios no abrieron sus puertas, informa la AFP.

 

Marsella, Lille, Burdeos, Niza y Estrasburgo también han visto reducido el transporte público. Para esta jornada se anunciaron 250 mítines en diferentes ciudades del país. En París, las autoridades han desplegado 6.000 policías para evitar desórdenes, y de momento, más de 60 personas han sido detenidas durante las manifestaciones en la capital.

 

La corresponsal de RT, Charlotte Dubenskij, ha sido alcanzada por una granada, lanzada por los agentes antidisturbios en París.

 

El detonante de esta huelga general es la reforma del sistema de pensiones del Gobierno, que tiene como objetivo eliminar los 42 regímenes especiales que existen actualmente y que otorgan privilegios a ciertas categorías profesionales. En su lugar se instauraría un sistema único en el que todos los trabajadores gozarán de los mismos derechos a la hora de recibir una pensión una vez que se jubilen.

 

Para el Gobierno, se trata de un sistema «más justo y simple» en el que «cada euro cotizado dará los mismos derechos a todos». Pero los sindicatos temen en cambio que el nuevo sistema atrase la jubilación, actualmente a los 62 años, y disminuya el nivel de las pensiones.

 

(RT)