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Este alarido romperá el silencio rural de la noche luego de escucharse el golpe de una piedra sobre la parte metálica de una escardilla, de esas que se utilizan en el campo venezolano para labrar la tierra.

 

Tras este golpe de escardilla y el posterior aullido, se iniciará este año, una vez más, la Procesión del Rosario de las Ánimas del Purgatorio, una costumbre religiosa cultivada en varios pueblos y sectores rurales del estado Lara, como Curarigua, El Jabón, El Roble, Algodones y Gallardo, entre otros.

 

Se trata de una peregrinación que se realiza el 2 de noviembre, Día de Los Difuntos, para que las almas que aún estén en pena descansen en paz y entren finalmente al reino de los cielos, como lo cree la religión católica.

 

Se trata de una tradición religiosa, según la cual las ánimas que aun siguen en pena, reciben la bendición de entrar a la gloria eterna.

 

Procesión de rezos y cantos con velas

 

Antes de cumplirse el acto anteriormente descrito El Gritón, como se le llama a la persona que lanza el bramido previo al inicio de la marcha, camina por las calles del pueblo diciendo: «Cristiano que estás en tu dormitorio acuérdate que has de ser ánima del purgatorio. Un Padre Nuestro y un Ave María por el amor de Dios», agrega el hombre y ya en el pueblo se enteran que comenzará la caminata acompañada de rezos y cantos, y alumbrada por la luz de las velas.

 

Este mismo llamado lo hace El Gritón luego de lanzar su quejido de inicio de la peregrinación, actividad religiosa a la que acuden los devotos del pueblo y personas que lo visitan para conocer esta tradición. De esta manera comienza la procesión de las almas del purgatorio con los rezos y el canto de los misterios de El Rosario.

 

Algunos habitantes de Curarigua aseveran que antiguamente, cuando no había electricidad en el pueblo, no asistían las mujeres y los muchachos por temor a las ánimas.

 

Otros señalan que no se permitían mujeres ni jóvenes porque, según los antiguos habitantes, las mujeres y los jóvenes eran muy curiosos y no aguantaban las ganas de mirar hacia atrás y espantaban las ánimas, que según la costumbre, siguen el cortejo.

 

No obstante, el rezo y el canto de los hombres poco se escuchaba. Convinieron, entonces, en incorporar a las mujeres y personas de todas las edades posteriormente. Para que los rezos se escucharán más.

 

Una tradición religiosa de nueve días

 

El éxodo se inicia en la casa de alguna persona que solicite el rosario para un ánima que desean termine de descansar en paz. En este caso la familia prepara su casa. Se levanta un altar adornado con flores y velones. A las visitas se les ofrece café y otros aperitivos como muestra de hospitalidad.

 

Durante el trayecto de la peregrinación se rezan los misterios de El Rosario. Este 2 de noviembre, por ser domingo, se reza el Misterio Glorioso, que refiere a la resurrección de Jesús.

 

La procesión de Curarigua pasa por la capilla de San Antonio con sus rezos, sus cantos y sus velas, y luego se dirigen al cementerio donde culmina la caravana de hombre y mujeres de fe.

 

Durante los siguiente días se repetirá esta actividad en Curarigua y otros pueblos larenses en los que se practica este tradición religiosa católica. Se repetirá como un novenario. Cada día, según corresponde, se rezarán los otros misterios del rosario. El Gozoso y el Doloroso.

 

Cada día se volverá hacer la procesión desde la casa de la familia que así lo solicite. Esta peregrinación se mantendrá durante las nueve noches siguientes, como lo indica la tradición.

 

En Curarigua y otros pueblos del estado Lara este maravilloso acervo religioso se mantiene vivo y se repite años tras años cada 2 de noviembre, con la llegada del Día de los Difuntos.

 

(AVN)