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El despedido presentador venezolano Rodner Figueroa nació en Caracas y su madre era jueza superior y su padre contador público, revela una biografía publicada hoy por el diario La Prensa de Honduras.

 

Entretanto el portal de Univisión literalmente «borró» toda referencia del fashionista que comparó a la primera dama estadounidense, Michelle Obama, con un integrante del elenco de «El Planeta de los Simios», una película de los años 70.

 

Su padre tuvo una visión particular a la hora de decidir la educación de sus hijos. “En Venezuela, asistí al colegio Ignacio de Loyola, una organización educativa jesuítica, desde kindergarten hasta graduarme. Mi padre pensaba que la mejor educación era la jesuita, un colegio estricto con un currículo profesional basado en solvencia académica y disciplina”, ha declarado Rodner Figueroa.

 

“Con una clara visión, se dedicó a nuestra educación, enviándonos a clases de canto, equitación, idioma, de cuatro –un instrumento característico venezolano-, de ajedrez, de cuanta cosa se le ocurriera, con el convencimiento de que cuanto más conociéramos, mejor podríamos enfrentar nuestra vida profesional y personal, y tendríamos menos miedo a los retos que se presentan en cualquiera de estos aspectos”.

 

“Mi papá es extremadamente nacionalista y de niños, nos hizo conocer Venezuela de cabo a rabo. Un venezolano, decía, tiene que conocer bien su país para que cuando salga al exterior, pueda hablar con propiedad de su país. Conozco el Salto del Ángel, los Médanos de Coro, el Cerro Bolívar, los llanos, realmente para ser un país tan pequeño tenemos de todo. Mi padre está en Venezuela y nadie lo saca de Venezuela”.

 

Esta visión de vida le permitió a Rodner tener un manejo profesional y personal cosmopolita, afrontando las distintas etapas de su vida con desenvoltura.

 

Su madre, un norte en su vida

 

“Mi mamá es extremadamente organizada, responsable y disciplinada”, explica Rodner. “Mi pasión por la moda viene de mi relación con ella. La madre de tres varones, mi mamá era jueza superior en Venezuela. Todos los días debía ir vestida con su propia ropa ya que los magistrados venezolanos no usan toga. Cada noche, ella acomodaba un verdadero display de ropa, accesorios y zapatos que usaría al día siguiente. A mí me encantaba mirar ese arreglo que realmente era un arte y así fue creciendo en mí esa afición a la moda. Las mujeres en Venezuela siempre se han vestido bien, siguen las tendencias de la moda y se arreglan mucho”.

 

Cuenta Rodner que cuando tenía cinco años, su madre fue a vestirlo una mañana y el niño le declaró: “A partir de hoy me visto yo”. Y como eligió bien y supo combinar su ropa, su mamá no tuvo problemas en dejarlo decidir su vestuario. “Mi madre es una mujer muy honesta, muy justa, y por ello siento que soy tan honesto a la hora de hacer las críticas de moda”.

 

Estudios y comienzos

 

Después de terminar sus estudios secundarios en Venezuela, Rodner se trasladó a La Florida a estudiar Comunicación Social. “Ya desde pequeño, me encantaba tener tertulias, opinar, hablar con la gente. Es una cuestión de personalidad. En mi casa se hacían reuniones y yo me paraba en el medio de toda la gente a hacer chistes y a contar cuentos. No tenía vergüenza, y siempre sentí una fascinación por la televisión”.

 

Su madre le aconsejaba que estudiara algo por lo cual sintiera una verdadera pasión. “Van a dedicar por lo menos 8 horas de su vida al trabajo diariamente, y si no les gusta, va a ser muy aburrido, pero si te apasiona, lo que desees lo vas a lograr,” le aconsejaba su madre.

 

Este es el segundo venezolano involucrado en un escándalo de racismo en menos de dos semanas. A fines de febrero la médica zuliana Rita García de Zedde, residenciada en Panamá dijo que los ciudadanos de ese país eran unos negros africanos que comían bananas como unos monos.

 

(Latabla.blogspot)