El ministro de Defensa del Reino Unido, Ben Wallace, ha anunciado que dos buques de la Armada británica acompañarán a los barcos comerciales que navegan bajo pabellón británico en el estrecho de Ormuz.

 

«He dado instrucciones a los preparativos para que el HMS Montrose y el HMS Defender reprendan las tareas de escolta de transporte marítimo bajo el Pabellón Rojo [la bandera civil o mercante británica]», cita la Defensa británica a Wallace en su cuenta de Twitter.

 

«El Gobierno tomará todas las medidas necesarias para proteger a los barcos y ciudadanos en este momento», indica el ministro.

 

También este sábado, Wallace ha asegurado que EE.UU. tiene derecho a defenderse contra cualquiera que represente una amenaza para sus ciudadanos. «Según el derecho internacional, Estados Unidos tiene derecho a defenderse de aquellos que representan una amenaza inminente para sus ciudadanos», ha manifestado el ministro.

 

No es la primera vez que Londres anuncia el uso de la Armada para el acompañamiento de buques comerciales en el estrecho de Ormuz. A finales de julio, el HMS Montrose recibió la misma orden tras la incautación del petrolero británico Stena Impero por los Cuerpos de la Guardia Revolucionaria de Irán. Unos días después, se le sumó el destructor HMS Duncan.

 

Esta vez, la decisión de la Defensa del Reino Unido ha sido tomada en medio de las tensiones en Oriente Medio tras el asesinato el 2 de enero del general iraní Qassem Soleimani. El Pentágono asumió la responsabilidad del asesinato e indicó que fue ordenado por el propio presidente Donald Trump.

 

Reacción a la muerte de Soleimani

 

El mismo día miles de personas se reunieron en Bagdad (Irak) durante una procesión fúnebre en homenaje a la muerte de Soleimani, el jefe de la milicia iraquí, Abu Mahdi al Muhandis, y otras personas asesinadas en un ataque aéreo llevado al cabo por EE.UU.

 

Durante la ceremonia, los dolientes cantaron «No, no, Estados Unidos» y «Muerte a Estados Unidos, muerte a Israel» mientras llevaban los ataúdes de Soleimani y al Muhandis.

 

Varios expertos consideran que Soleimani fue la segunda persona más poderosa en Irán, tras el líder supremo, ayatolá Alí Hoseiní Jameneí y tenía hasta más influencia que el presidente Hasán Rohaní.

 

Por su parte, el presidente de Irán, Hasán Rohaní, declaró que Teherán y otras naciones de la región «vengarán» el asesinato de Soleimani y aseguró que esta acción hará que el país persa esté «más decidido» en su resistencia contra EE.UU.

 

(RT)