El ministro de Gobierno de Bolivia, Arturo Murillo, anunció que pidió a Interpol la activación de una orden internacional de captura contra el expresidente Evo Morales, en seguimiento de un proceso por presuntos delitos de sedición y terrorismo.

 

«Se ha activado la orden de Interpol internacional, he dado orden esta mañana a las 06.00 que se active aquello, en realidad he chequeado que se ha activado, eso debe ser así porque tiene una orden de apremio», dijo Murillo, mostrando un par de grilletes.

 

El hombre fuerte del Gobierno de facto de Jeanine Áñez dio por ya emitido al mediodía el «sello rojo» de la Interpol contra Evo Morales, pero hasta primera hora de la tarde esa orden de captura no había sido publicada en el sitio web de la policía internacional.

 

Morales, quien se vio obligado a renunciar el 10 de noviembre y radica actualmente en Argentina donde solicitó refugio político, ha sido acusado por el actual Gobierno de sedición y terrorismo por instigar a los bloqueos de carreteras y otras protestas que siguieron al golpe de Estado de noviembre.

 

Murillo explicó que la orden de captura fue decidida por el Gobierno boliviano tras el anuncio de una posible visita de Morales a Chile para participar en un foro de derechos humanos.

 

«Que [Morales] no esté andando como Pedro por su casa», justificó el ministro, quien inició su gestión en noviembre pasado con el anuncio de que se dedicaría a efectuar una «cacería» contra Morales y sus principales colaboradores, en especial el exministro de la Presidencia Juan Ramón Quintana.

 

Añadió que Morales debería ser encarcelado en el penal de alta seguridad de Chonchocoro, próximo a La Paz, junto con el argentino Facundo Molares Schoenfeld, antiguo miembro de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) herido y detenido durante las protestas de noviembre.

 

(Sputnik)