El comandante en jefe del CGRI asegura que el ataque de Irán a bases de Washington en Irak aplastó la hegemonía de EE.UU. como superpotencia del mundo.
El general de División Hosein Salami, comandante en jefe del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) de Irán, ha afirmado que el país persa, en su ataque de represalia contra Ain Al-Asad, la base militar más grande de EE.UU. en Irak, tenía como objetivo destruir la credibilidad de EE.UU. en el mundo y demostrar que la República Islámica puede atacar cualquier lugar que escoja.
En su discurso ante la Asamblea Consultiva Islámica de Irán (Mayles) este domingo, ha enfatizado que la ofensiva no tenía por meta matar y provocar bajas entre los soldados estadounidenses.
De igual modo, ha señalado que Teherán logró en el ataque destruir importantes instalaciones y equipos militares estadounidenses, mientras que Washington no consiguió interceptar ni uno solo de los misiles lanzados por el CGRI.
Asimismo, ha pedido disculpas por el error humano cometido por sus subordinados, que resultó en el siniestro de un avión ucraniano cerca de Teherán (capital iraní).
El ataque a las bases de EE.UU. en Irak se realizó en represalia por el criminal atentado de Washington, el pasado 3 de enero, en Bagdad (capital iraquí), en el que cayeron mártires el teniente general Qasem Soleimani, comandante de la Fuerza Quds del CGRI, el subcomandante de las Unidades de Movilización Popular de Irak (Al-Hashad Al-Shabi, en árabe), Abu Mahdi al-Muhandis, y otros militares iraníes e iraquíes.
Después de la fuerte ‘bofetada militar’ propinada por Irán a EE.UU., el presidente de EE.UU., Donald Trump, que venía amenazando con más ataques militares contra Irán si este tomaba represalias por el asesinato del general Soleimani, se vio obligado a dar marcha atrás y conformarse con la aprobación de sanciones.
(HispanTV)