Ascienden a 31 los muertos por el fuerte terremoto que sacudió el pasado viernes el este de Turquía. Con excavadoras, sierras eléctricas o con las manos, los equipos lograron por el momento sacar con vida de los escombros a 41 personas, principalmente en la provincia de Elazig, epicentro del sismo.

 

El temblor, de magnitud 6,8, se sintió en países vecinos, y provocó 1.200 heridos, según la agencia para emergencias y catástrofes.

 

El distrito de Sivrice, en la provincia de Elazig, se llevó la peor parte. El frío en la región y las horas que pasan convierten las tareas de rescate en una operación contrarreloj.

 

Al menos cuatro personas salieron vivas de los escombros este sábado 25 de enero, según periodistas de la AFP. Los rescatistas hallaron tres cadáveres, entre ellos el de un bebé.

 

En el barrio popular de Mustafa Pasa, en Elazig, dos edificios de casas particulares se hundieron. Frente a las ruinas y con un frío glacial se habían congregado centenares de personas.

 

«Tres personas de mi familia están atrapadas ahí dentro. Que Dios nos ayude. No podemos hacer otra cosa más allá de rezar», dijo Mustafá, que también vive en la zona y pasó la noche a la intemperie por miedo a las réplicas.

 

«Estaba en casa durante el terremoto. ¡Me pareció tan largo!», dice este hombre. «Mi esposa y mis dos hijos gritaban. Yo fui incapaz de moverme», agregó.

 

«Fin del mundo» 

 

Unos 20 rescatistas trabajaban meticulosamente apartando los escombros y los bloques de cemento de uno de los dos edificios derrumbados. 

 

Sin quitarles ojo, Ayse Sönmez sollozaba a distancia. «Mi hermana mayor», dijo, señalando las ruinas e incapaz de decir nada más.

 

A poca distancia, una excavadora limpiaba los restos de otro edificio que también se vino abajo.

 

Hayriye Durmaz, de 32 años, musitaba: «Era como el fin del mundo. Los automóviles paraban en seco, la gente bajaba a las calles y todo el mundo rezaba».

 

Escenario de temblores

 

La ciudad de Elazig, cuya región cuenta con unos 350 mil habitantes, se ve a menudo sacudida por terremotos y toda Turquía, país atravesado por varias fallas, suele ser escenario de sismos

 

En 1999, un terremoto de magnitud 7,4 sacudió el noroeste del país y causó más de 17 mil muertos, un millar de ellos en Estambul. 

 

El último sismo potente se produjo en 2011 en la provincia de Van (este). Fue de magnitud 7,1 y mató a 600 personas. 

 

En septiembre, un sismo de magnitud 5,7 sacudió Estambul, capital económica del país.

 

Según los expertos, es posible que esa ciudad, de 15 millones de habitantes, se vea afectada por un terremoto importante en cualquier momento.

 

(AFP)