La Policía Nacional española desmanteló en la localidad de Arganda del Rey, en Madrid, dos criaderos ilegales de perros a los que cortaban las cuerdas vocales con el objetivo de minimizar el ladrido y evitar así alertar a los vecinos de la zona.

 

Se trata de una organización que llevaba a cabo esta práctica desde hacía 30 años y que mantenía a los animales en muy malas condiciones, ya que estaban encerrados en jaulas pequeñas ubicadas un escondite bajo tierra.

 

Los agentes detuvieron a cinco personas relacionadas con esta trama. Son un hombre de 56 años y su pareja, un experto informático que se encargaba de toda la infraestructura de comercialización, y dos veterinarios que proporcionaban de forma ilegal cartillas de inscripción, vacunas y documentación.

 

Los investigadores estiman que la red habría ganado cerca de dos millones de euros con la venta de estos perros, de la raza Chihuahua y Pomerania. El precio de venta de cada animal oscilaba entre los 1.300 y los 3.000 euros.

 

La operación se inició hace justo un año después de una denuncia anónima alertando de fuertes olores y ladridos en la zona. Esto llevó a los agentes hasta una vivienda de Meco donde se criaban a los animales. Posteriormente, descubrieron que este domicilio estaba asociado a una página web y a varios perfiles de las redes sociales donde se ofertaban. 

 

(RT)