Una joven madre de Florida, Estados Unidos, quedó indignada luego de encontrar el abdomen de su hijo marcado con tinta negra. A través de una denuncia por las redes sociales, la mujer declaró que miembros de la guardería donde deja a su bebé escribieron sobre el cuerpo del pequeño que “necesitaba más pañales”. Las imágenes se hicieron virales de inmediato.

 

Heather Chisum publicó fotos de su hijo Milo en Facebook después de encontrar un mensaje de la guardería de la isla Sanibel en la barriga del niño.

 

Chisum, una madre soltera, dijo que la guardería generalmente pone un informe diario en las loncheras de sus hijos, que detalla el comportamiento de su hijo o hija y si necesitan toallitas o pañales adicionales.

 

Pero mientras cambiaba el pañal de Milo después de traerlo a casa el lunes, Chisum notó el mensaje escrito con un marcador mágico. Lo peor es que la tinta permaneció en su piel incluso después de frotar con toallitas húmedas.

 

“Por qué era necesario escribir un gran mensaje largo en el estómago de mi hijo está más allá de mí”,  escribió Chisum.

 

La madre dijo que no es la primera vez que la guardería ha escrito en el cuerpo de su hijo, afirmando en su publicación que sucedió hace varios meses.

 

Chisum le preguntó si estaba exagerando demasiado en su ira, pero casi todos los que la comentaron la respaldaron de todo corazón.

 

El News-Press informó que el director del Centro de Educación Infantil de las Islas estaba en una reunión y no estaba disponible para comentar sobre el incidente.

 

El director ejecutivo del Centro de Educación Infantil de las Islas, Paul Harris Fellow, dijo en una respuesta por correo electrónico: “Somos conscientes del incidente en la escuela, y lamentamos mucho la angustia que ha causado a la familia involucrada, así como a todas nuestras familias. Fue una violación de nuestra ética profesional por parte del profesor. La escuela ha tomado medidas inmediatas para despedir al maestro de la escuela. Estamos revisando los protocolos que ya existen para garantizar que nada de esto vuelva a ocurrir. Estamos orgullosos de nuestra escuela, amamos a nuestros estudiantes y estamos ansiosos por hacer de nuestra escuela un lugar mejor a medida que avanzamos. (…) Nos hemos reunido con la familia involucrada. Entendemos y compartimos sus preocupaciones y les hemos asegurado que sus hijos siempre serán bienvenidos aquí».

 

(La República)