El juicio político por parte del Senado de Estados Unidos contra el presidente Donald Trump entrará este miércoles en una nueva fase cuando los senadores entreguen sus preguntas escritas al juez del Tribunal  Supremo, que pedirá que sean leídas.

 

Desde el inicio formal del proceso de impeachment, la pasada semana, demócratas y republicanos han argumentado el caso a favor y en contra de la destitución de Donald Trump, un proceso que podría concluir este mismo viernes si no hay más testigos ni pruebas. 

 

El 24 de septiembre de 2019, la presidenta de Cámara de Representantes de EE.UU., Nancy Pelosi, anunció el inicio de investigaciones para lanzar un juicio político contra Trump por abuso de poder y obstrucción del Congreso por presionar a Ucrania.

 

Presión a Ucrania

 

En el caso de Ucrania Trump pidió al presidente, Volodímir Zelensky, que investigara al ex vicepresidente demócrata, Joe Biden, y a su hijo Hunter. Según el mandatario estadounidense el trabajo de  Hunter Biden en la empresa gasista Burisma, constituyó un «conflicto de intereses» porque Joe Biden ejercía de vicepresidente en la Administración Obama.

 

El presidente hizo pública la mayor parte de la transcripción de la conversación con Zelensky cuando un denunciante anónimo dio la voz de alarma: la Casa Blanca había paralizado el envío de 391 millones de dólares en ayuda militar a Ucrania a cambio de las pesquisas. 

 

La trama desencadenó la apertura de una investigación preliminar en la Cámara de Representantes que terminó en el juicio político que se celebra en el Senado.

 

Abuso de poder

 

La acusación sostiene que Donald Trump elegido presidente no tenía ningún interés en Ucrania, ni en los casos de corrupción que hubo en el país. 

 

Diplomáticos que han colaborado en el juicio han aportado documentos, correos electrónicos y mensajes de texto que apuntan a la existencia de un canal extraoficial en Ucrania por el que Trump habría gestionado sus presuntas presiones al Gobierno.

 

La defensa del presidente argumenta que el abuso de poder no constituye un alto crimen o delito por el que destituir a un presidente. Dicen, además, que el proceso  carece de sentido porque responde a una estrategia política de los demócratas en pleno año electoral.

 

¿Es clave el testimonio de John Bolton?

 

John Bolton fue el asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca hasta septiembre de 2019. Trump asegura que lo despidió, él, que dimitió. Su testimonio puede ser vital en el destino del proceso judicial, porque asegura que Trump condicionó la ayuda militar a Ucrania a la investigación a los Biden. 

 

Obstrucción a la justicia

 

La acusación considera que Trump sentó las bases para un «peligroso precedente»: que cualquier presidente se sienta por encima de la ley. 

 

De acuerdo a los acusadores Trump instauró una política de no cooperación con la investigación abierta en la Cámara de Representantes impedir el testimonio de sus funcionarios y la entrega de documentos clasificados.

 

Pero la defensa se escuda en que el presidente ya hizo pública la única prueba real de su inocencia: la transcripción de buena parte de la conversación telefónica. 

 

Alegatos y veredicto

 

Al ser oídas las partes, los senadores votarán si se desestima el juicio por 51 votos o si hay que continuar, llamar a nuevos testigos e introducir pruebas adicionales antes de votar para lo que cuatro republicanos tendrían que sumarse al bloque demócrata. 

 

Si no se desestima, el Senado escucha los argumentos finales y vota si el presidente debe ser absuelto o condenado por cada uno de los dos artículos del impeachment, para lo que se requiere dos tercios de la Cámara (67).

 

Analistas han destacado que al contar los republicanos con la mayoría en el Senado el proceso de impeachment contra Donald Trump podría ser desestimado por lo que el magnate podría terminar su mandato de cuatro años.

 

(teleSUR)