Este miércoles 29, durante un intercambio con la periodista colombiana Vicky Dávila en su espacio “Vicky en Semana”, el exalcalde de Bucaramanga y precandidato presidencial, Rodolfo Hernández y el senador y vocero de la bancada del Partido Verde, Antonio Sanguino, coincidieron en afirmar que en relación con la extradición de Aída Merlano a Colombia, la postura más viable y sensata la tiene el mandatario venezolano. 

Al ser interrogado por Dávila en relación con la decisión del gobierno presidido por Iván Duque, de solicitar la extradición de Aída Merlano a Juan Guaidó, Hernández afirmó que Duque “está loco”, pues en su criterio, el presidente que tiene las riendas del poder Ejecutivo y es el representante legal de Venezuela –a la prueba está, allí está–, es Maduro. Entonces, [Duque] tiene que utilizar los canales diplomáticos para lograr la extradición”.

“Se ponen a decirle a Guaidó y eso como pedirle que la extradite el Espíritu Santo. Eso no va a resultar en nada”, remató el exburgomaestre de Bucaramanga.

Por su parte, el senador Sagnino fue aún más categórico en su rechazo a la política exterior del presidente Duque, ya que en su criterio, él “se comprometió en una política exterior equivocada hacia Venezuela y estamos pagando las consecuencias de esas equivocaciones”, la mayor de las cuales sería asumir como interlocutor a Guaidó, quien “no es un presidente interino sino ficticio. Es un presidente inventado”. De allí que considere que el gobierno del que forma parte cometiera “el chiste del año, que es pedirle la extradición a una persona que no tiene la capacidad para tramitar esa solicitud”.

Por otro lado, según señalara la comunicadora social Vicky Dávila en sus intervenciones, existe en Colombia la preocupación de que, si Aída Merlano no es extraditada a Colombia, la verdad sobre la trama de corrupción y compra de votos en la Costa Atlántica, por la que ya fue enjuiciada y sentenciada la exsenadora, quede oculta, en tanto Merlano era miembro de esa red, pero, en ningún caso, la líder. 

Además a ello se acompaña el hecho que, de acuerdo con lo declarado por el presidente Nicolás Maduro el martes, la política colombiana habría empezado a rendir declaraciones ante las autoridades venezolanas. 

Sobre este punto, Rodolfo Hernández señaló que  “que ella va a cantar, porque es que no le queda otra. Ella, cuando salió del país, planificó eso. No va a ser fácil sacarla de Venezuela. Yo no sé cuáles serán los argumentos jurídicos para lograr la extradición, porque allá también hizo delitos (…). Y en esas indagatorias que le hacen o que le van a hacer, seguramente va a contar toda la podredumbre que hay de la clase politiquera, corrompida, ladrona, atracadora de la Costa Atlántica».

Antonio Sanguino añadió que “esa verdad va a ser usada políticamente por Nicolás Maduro en su disputa, en su controversia y en su conflicto diplomático con el gobierno colombiano” y que “lo más grave es que esa verdad que debería ser contada por Aída Merlano a la justicia colombiana, se la va a terminar contando a Nicolás Maduro y a la justicia [venezolana]”. 

Estas declaraciones, especialmente las de Rodolfo Hernández parecerían indicar que Merlano, en un intento por escapar del brazo de la justicia en su país, querría negociar con el Gobierno venezolano para ser procesada por los delitos cometidos aquí, y así retrasar su extradición. 

Sin embargo, la actuación del gobierno de Iván Duque podría tener un matiz oscuro, no relacionado solamente con el hecho de haber roto todo tipo de relación con el gobierno de Venezuela en aras de validar la presidencia ficticia de Guaidó, sino que valiéndose de esa situación, habría sectores interesados en que Aída Merlano nunca fuera extraditada a Colombia. 

En un acto de especulación, el senador del Partido Verde comentó: “Si uno pensara ‘perversamente’, uno podría decir que le solicitaron la extradición a Juan Guaidó para que no extraditen a Aída Merlano y no le cuente a la justicia colombiana todo lo que sabe.

(La Iguana.TV)