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En la prensa española estalló ayer lo que ya se anticipaba como un escándalo relacionado con la autorización de creación de la empresa mixta Petrosur, para la explotación de un bloque de la Faja Petrolífera del Orinoco, entre PDVSA y una firma holandesa de origen español calificada como “microempresa” por agencias de ranking empresarial.

 

Se trata de una compañía fundada por los dos principales funcionarios de Repsol durante el gobierno de José María Aznar, del PP, entre 1996 y 2004.

 

El acuerdo fue autorizado hace un mes por la Sala Constitucional del TSJ ante la imposibilidad de hacerlo la Asamblea Nacional, que se encuentra en desacato. Estos son algunos datos clave sobre el llamativo episodio que han sido verificados por el sitio de periodismo de datos LaTabla.com.

 

1. Petrosur se constituye entre PDVSA y Stichting Administratiekantoor Inversiones Petroleras Iberoamericanas, un fideicomiso administrado creado en La Haya, Paises Bajos, el 17 de abril de este año.

 

2.- Una compañía con el mismo nombre fue inscrita en Madrid en marzo de 2013 con tres directivos: Alfonso Cortina de Alcocer, su hijo menor, Luis Pelayo Cortina y un allegado de Alfonso llamado José Ramón Blanco Balin. Todo indica que se trata de la misma empresa y que la holandesa no es más que una figura derivada de la española con fines fiscales o legales, pues en la sentencia del TSJ se indica que su representante es José Ramón Blanco.

 

3.- Un primer aspecto tiene que ver con que Cortina fue el jefe de Repsol entre 1996 y 2004, durante el gobierno de José María Aznar, mientras que Blanco Balín fue su mano derecha. Se cuestiona que se pueda constituir esta empresa mixta con personas tan allegadas a un personaje que ha impulsado la ofensiva contra el gobierno venezolano, incluyendo el golpe de Estado de abril de 2002.

 

4.- En lo reputacional destaca además los vínculos, ahora develados con detalles, de los accionistas con casos de corrupción en España, y concretamente de Blanco Balín con la llamada trama Gurtel.

 

5.- La compañía española, de acuerdo con las firmas de ranking empresarial, está calificada como una microempresa, con un capital de sólo 147 mil euros y con un rango de empleados entre 0 y 10.

 

6.- Su objeto declarado no es petrolero, aunque su nombre incluya el término petróleo, sino financiero. “Su actividad es la adquisición, tenencia, disfrute y enajenación por cuenta propia de todaclase de valores mobiliarios y participaciones sociales de entidades no residentes (tenencia de valores extranjeros)”, indica su documento de constitución.

 

7.- Tampoco hay evidencia de alguna experticia o desempeño en el sector petrolero.

 

8.- Lo otro es la figura legal que utilizan en la asociación. Van a Holanda para usar una figura de un fideicomiso administrado que permite separar derechos legales de derechos económicos. Es un figura parecida a la “fundación” orientada a proteger las acciones reales de una o varias empresas y además emitir titulos sin necesidad de notario. Generalmente esto se hace para asegurar el anonimato. Es similar a la figura de la “fundación” que existe en Panamá.

 

9.- Blanco Balín firmó un Acuerdo de Estudio Conjunto del Campo Junín Sur como Consejero Delegado de Inversiones Petroleras Iberoamericanas (no de Stichting Administratiekantoor Inversiones Petroleras Iberoamericanas), pese a que había dimitido de ese cargo el 16 de septiembre de 2013, según consta en BOE del 29 de septiembre de 2013, número 183. Sin embargo un mes después es nombrado como Apoderado.

 

10.- Es evidente que PDVSA no realizó ninguna investigación previa o el correspondiente “due diligence” que se estila en este tipo de operaciones de “fusiones y adquisiciones”.

 

11.- La constitución de Petrosur, en estas condiciones, es de una torpeza extrema, como mínimo. O incluso podría tratarse de una acción deliberada para comprometer la acción de gobierno.

 

(La Tabla)