Geraldina Colotti es periodista, escritora y poeta, pero prefiere definirse a sí misma con una palabra: comunista. Mientras muchos otros convencidos de esta ideología han optado por eludir ese término, satanizado durante cien años y más por las fuerzas hegemónicas, ella lo ostenta con orgullo.

 

Italiana de nacimiento, internacional en sus recientes andares, Colotti ha pagado un alto precio por su militancia, pues estuvo 25 años privada de libertad por haber pertenecido a la dirección del grupo radical Brigadas Rojas, aquel que se hizo célebre en el mundo entero por haber secuestrado al ex primer ministro Aldo Moro. El político fue asesinado de once balazos y por ello se responsabilizó a las BR.

 

Colotti estuvo en Venezuela durante las últimas semanas y sobre su apreciación del país conversó con La Iguana.TV. A continuación, una versión de ese diálogo, sostenido con el periodista Clodovaldo Hernández:

 

-Venezuela tiene muchos enemigos en el plano internacional, pero también tiene amigos, como usted. ¿Qué tan difícil es defender a la Revolución Bolivariana en Europa?

 

-Hay una guerra de cuarta o de quinta generación contra Venezuela, porque este país es un ejemplo para el mundo. Es un nuevo Plan Cóndor, como lo ha dicho muchas veces el presidente Maduro. Es un Plan Cóndor mediático sobre todo, simbólico, a todos los niveles. Lo que se quiere impedir es que los pueblos del mundo vean que esto que se está haciendo hoy contra Venezuela, puede hacerse mañana contra la dignidad, la libertad, la posibilidad de un cambio verdadero en cualquier otro lugar. Por eso es una tarea difícil, es necesario revisar la memoria histórica, la lucha del movimiento obrero hasta hoy. Estamos a cien años de la Revolución comunista de 1917 y si bien no hemos logrado la victoria definitiva, por 70 años la burguesía ha sentido miedo de las clases obreras, de los pueblos organizados en todo el mundo. La burguesía siente miedo por la palabra comunismo, a la que demonizó, y que se renovó luego en la palabra socialismo, en la lucha, en la historia que no terminó, como quisieron hacernos creer. Cuando la burguesía tiene miedo se comporta como un perro feroz, pero al mostrar esa ferocidad, pierde, porque nosotros tenemos una estrategia de paz con justicia social. Esa memoria histórica es lo más importante que rescató el comandante Chávez y que sigue rescatando el presidente obrero Maduro… ¡Imagínate el miedo que sienten en Europa por la posibilidad de que un presidente obrero pueda dirigir un país! Eso explica el descrédito, la satanización, las mentiras que todos los días se difunden sobre Maduro, igual que se hacía con Chávez… Esta gente que no vale nada, que son feos en su alma, se permiten dar lecciones de dignidad y de democracia, siendo ellos los peores fascistas. Es la arrogancia del imperio.

 

Acota la entrevistada que la actitud predominante de la derecha europea respecto a Venezuela ha contaminado a la izquierda, que muchas veces incurre en la autocensura. “Como se dice tanto que el socialismo es malo, que es una dictadura, y que los chavistas son brutos, no tienen gusto, no tienen estética, algunos izquierdistas toman distancia porque no quieren parecer brutos… ¿Pero, qué puede haber más brutal que un sistema que solo piensa en hacer dinero, sin reparar en los seres humanos que están en la peor miseria?”.

 

-La gran maquinaria mediática europea aplasta la imagen de la Revolución Bolivariana y de los demás movimientos populares en el resto de América Latina y el mundo. ¿Hay alguna posibilidad de responder a eso?

 

-Yo pienso que sí, ante todo con la lucha de clases. Si no logramos ser fuertes en algunos puntos de Europa y de Estados Unidos, es muy complicado. Si los pueblos no hacen su tarea, no construyen la revolución en sus propios países, no podemos darles lecciones a los demás. Nosotros somos cómplices, aunque en lo personal yo no tengo esos problemas de ego y soy comunista, sigo siéndolo no tengo vergüenza de la palabra. Tengo conciencia de mi deber, estuve en la guerrilla de los años 70, cumplí 25 años en la cárcel, junto a casi seis mil presos políticos de los que ya nunca se habla en Italia, se ha borrado la memoria histórica. Allá fuimos torturados, igual que muchos compañeros acá en Venezuela durante la falsa democracia. Sabemos perfectamente cómo actúa la burguesía aunque tenga puesta la máscara de democracia.

 

-Parte de la campaña internacional contra Venezuela es decir que acá hay una gran cantidad de presos políticos. Para usted, que fue de verdad una presa política, ¿cuál es la realidad de los presos políticos en los países industrializados?

 

-Es una vergüenza, empezando por Estados Unidos, donde los tienen con cadenas en los pies. Veamos el caso del camarada  de las FARC Simón Trinidad, a quien mando toda mi solidaridad y hermandad de comunista. Recordamos el caso de los cinco cubanos, por quienes se hizo una fuerte campaña. El otro López preso (Oscar López Rivera), el puertorriqueño, ¿cuánto tiempo estuvo en prisión? Nosotros, en Italia, todavía tenemos compañeros presos, a quienes les hacen torturas blancas y algunos tienen cadena perpetua. Si tú no traicionas a tu causa no te dan beneficios procesales. Son normas muy estrictas que se impusieron para aplicárselas a los presos políticos porque los corruptos de la derecha, los fascistas, los que han cometido masacres contra la clase obrera no han pagado ni un solo día de cárcel. Es lo mismo que quieren hacer aquí. Yo escribí sobre los beneficios que les dieron a Leopoldo López y Antonio Ledezma y mencioné ejemplos de camaradas nuestros, dirigentes de las Brigadas Rojas. A uno de ellos le dieron casa por cárcel luego de 20 años en la prisión. Cuando murió otro compañero, que vivía frente a su residencia, quiso cruzar la calle para rendirle un homenaje, y lo metieron a la prisión por otros tres años. Allá los beneficios son muy estrictos, la policía siempre está tratando de pillarte en falta para devolverte a la cárcel, no puedes hablar con nadie… En Francia, por ejemplo, un compañero de Acción Directa que estaba bajo régimen de beneficio procesal, habló con un periodista y lo devolvieron a la cárcel. No fue que hizo un llamado al golpe de Estado ni nada parecido, pero igual lo castigaron. Yo jamás he visto un país como Venezuela, donde la gente quema a otro ciudadano, secuestra barrios, lanza bombas a la policía, y no son sancionados.

 

-¿Qué pasaría en un país europeo ante acciones como esas?

 

-Te matan, te matan. Nosotros hicimos, en 2001, unas grandes manifestaciones en Génova, totalmente pacíficas, y sin embargo, torturaron a la gente en masa, hicieron de todo. Y es que la burguesía siempre tiene que remarcar su mensaje: quédate quieto porque nosotros decidimos sobre tu vida y sobre tu muerte, la única receta buena es la del capitalismo, no hay socialismo bueno, el socialismo es dictadura.

 

Colotti señala que en las protestas violentas de la derecha venezolana observó a gente usando la máscara de los indignados. “Yo nunca había visto a un indignado quemando a un afrodescendiente o defendiendo a los corruptos de la derecha y diciéndoles corruptos a los izquierdistas”, comenta. “El otro día hablaba con Fernando Buen Abad, muy estudioso del humor, y decíamos que se tendría que hacer un programa cómico para mostrar las barbaridades que esta gente dice. En Europa se tendría que titular `los falsos amigos´ porque es un insulto para el periodismo y para los lectores que esta señora Lilian Tintori salga a todos lados del mundo, sin que nadie le haga nada, y aparezca rodeada de centenares de micrófonos, diciendo que no hay libertad de prensa en Venezuela. O esos ex presidentes vergonzosos que hicieron mal, muy mal, a sus países, vayan a un Estado soberano como Venezuela, insultando a sus autoridades y diciendo que no hay libertad. Es una paradoja que tendrían que ser trabajadas por los artistas, aplicar la creatividad”.

 

-La Asamblea Nacional Constituyente puede ser una especie de virus, contagiarse a otros pueblos. ¿Existe ese temor en la clase hegemónica mundial?

 

-Existe. Cuando Obama decretó que Venezuela era una amenaza inusual y extraordinaria para la seguridad de Estados Unidos, tenía razón, eso es cierto. Pongo dos ejemplos: en Italia, la Constitución es bastante avanzada, dice que el país es una república basada en el trabajo, pero la realidad es que no tenemos trabajo y, por tanto, la Constitución no se cumple. En una reforma reciente, incluyeron una cláusula que impide aplicar modelos económicos keynesianos, las reformas a favor del pueblo, porque antes de todo se ponen los intereses de la troika europea, de la Europa de los poderosos. En América Latina, en el sur del mundo, las asambleas constituyentes pueden ser los primeros pedidos de los pueblos en lucha. Por ejemplo, en Chile, donde todavía está en vigencia la Constitución de Pinochet. En Colombia, donde los camaradas de las FARC están en un complicado proceso de paz, donde todos los días les están matando gente y nadie dice nada… homicidios mirados, les llaman, y el primer tema sería hacer una Asamblea Constituyente. Lo mismo pasa en Guatemala y en muchas otras naciones de América Latina. Vemos lo que pasa en Brasil, donde estos señores, o mejor dicho, estos tiburones que son expresiones del poder internacional, que no fueron electos por los pueblos, se ocupan de la reforma de las leyes laborales y del sistema de pensiones, dos cosas importantes que Venezuela puede mostrar como uno de sus logros más importantes.

 

Colotti insistió en que el problema central en todo el mundo sigue siendo la prevalencia de la propiedad privada y señaló que en el nuevo proceso constituyente venezolano es un tema que debe analizarse. “Hay que reflexionar sobre si es posible un cambio estructural, mientras se mantenga el sistema de propiedad privada”. Indicó que fenómenos como la corrupción es consecuencia del sistema de mercado que impone sus reglas bárbaras. “No es una guerra fácil porque estamos rodeados de tiburones, incluso dentro de nuestras propias filas”.

 

Para finalizar, la entrevistada reflexionó sobre el rol que han tenido instituciones como la iglesia en la lucha contra la desigualdad mundial. Indicó que el papa Francisco parece ser un líder muy cercano a la visión del verdadero Cristo, el que fue crucificado por los poderosos. “Sin embargo, no lo dejan hacer nada”, puntualizó.

 

(Clodovaldo Hernández / [email protected])

 

ataque2104174.jpg