Durante una entrevista con el periodista Vladimir Villegas, Rafael Marín, dirigente del partido Soluciones para Venezuela, opinó que “Guaidó se está cocinado en su propia salsa” porque “la caída de su popularidad ha sido estrepitosa”. Para sustentar su apreciación, el político refirió que el año pasado, el líder de la oposición extremista llegó a registrar cifras de popularidad cercanas al 80%, que ahora han descendido hasta el 35%. Ello se debería al fracaso de lo que denominó una “estrategia ‘violentista’ ”. 

 

 

Marín también se aprestó a minimizar el presunto éxito de la “gira” internacional de Juan Guaidó, especialmente en lo tocante a su visita a Estados Unidos, que si bien podría catalogarse como exitosa desde el punto de vista mediático, ello no implicaba que su política hubiere rendido algún fruto. 

 

 

Incluso se atrevió a aseverar que el fracaso del parlamentario se mantendría, toda vez que, en su apreciación “va a seguir in crescendo el respaldo popular” hacia las decisiones políticas que se adelantan desde la Mesa de Diálogo instalada entre el gobierno del presidente Nicolás Maduro y los diversos factores políticos que conforman la oposición no extremista. 

 

 

Dentro de los pareceres intercambiados con Villegas y relativos al balance de los resultados de la Mesa de Diálogo desde septiembre pasado hasta el presente, el político de Soluciones para Venezuela, en contraste con lo que proponen otros factores de la oposición, considera que el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) debe declarar la omisión legislativa y nombrar a la nueva junta directiva del Consejo Nacional Electoral (CNE) compuesta por “gente con perfil aceptable por la comunidad internacional”, con el propósito de garantizar las condiciones para hacer frente a los venideros procesos electorales, entre los que no estaría incluido una nueva elección presidencial. 

 

 

Asimismo, refirió que habían convenido con factores dentro del gobierno un perfil que “debe ser aplicado a todos los que resulten electos” en el proceso de postulaciones a la junta directiva de la máxima instancia electoral. En tal sentido, informó que habrían presentado ante el TSJ “un conjunto de nombres de personas o ciudadanos” que tendrían las condiciones para asumir esa responsabilidad, entre las que destacan un amplio conocimiento de la materia y desenvolverse con soltura en las arenas políticas. 

 

 

Por otra parte, la negativa del bloque opositor en el que participa para que se convoquen nuevas elecciones presidenciales, en tanto “las elecciones del 2018 arrojaron un resultado”, con el que si bien no se sienten satisfechos, esa insatisfacción se deriva del hecho de que hubo un sector amplio dentro de la oposición que llamó a la abstención. 

 

 

Otro de los temas relativos a los acuerdos suscritos por las partes en la Mesa de Diálogo y a los que se refirió Rafael Marín, es la liberación de políticos encarcelados. En ese sentido, destacó que “el gobierno, con motivo de este diálogo, a excarcelado a más de 200 personas”, si bien criticó que no se trataba de libertad plena, posición que han planteado en la instancia antes referida. “Hemos propuesto en la mesa la posibilidad de una política general de amnistía para contribuir a la reconciliación nacional”, dijo. 

 

 

Finalmente, el dirigente opositor rechazó cualquier injerencia, provenga de donde provenga y que pretenda poner los problemas de Venezuela fuera de las fronteras nacionales, sin privilegio para país alguno.  

 

 

“Nuestra posición es muy clara, fuimos a la reunión con el canciller de Rusia, pero si por ejemplo, nos invitaran a una reunión con representantes internacionales del gobierno de Trump también asistiríamos”, precisó. 

 

 

Por esa razón, Marín fue enfático al criticar el “desdibujamiento de una parte de la dirección política del país”, al tiempo que señaló que la conducta de Estados Unidos debe ser diplomáticamente revisada. 

 

 

Finalmente, y en coincidencia con lo que ya han alertado algunos analistas internacionales luego de las reuniones de Guaidó con Trump, Mike Pence y otros “pesos pesados” de la política estadounidense, Rafael Marín apuntó acerca del riesgo de que Venezuela se convierta en pieza de intercambio dentro de la geopolítica internacional, en desmedro de los esfuerzos internos que pueden adelantarse para destrabar la crisis. 

 

 

“Lo dramático es que Venezuela resulte una barajita de cambio en el ajedrez de la política internacional, cuando nosotros estamos en la capacidad de resolver nuestros asuntos”, remató. 

 

 

(LaIguana.TV)