Hombres armados mataron a 22 civiles, entre ellos 14 menores de edad y una mujer embarazada, en la localidad de Ntumbo, al noreste de Camerún,  una zona de habla inglesa en el país africano, escenario entre facciones separatistas y el gobierno de Yaundé.

 

El jefe de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de las Naciones Unidas, James Nunan, informó que por razones desconocidas los hombres armados atacaron el pasado domingo a estas personas, de las cuales nueve eran niños menores de cinco años. 

 

Además, indicó “en la mayoría de los casos, fueron fusilados y sus cuerpos fueron quemados en casas incendiadas”.

 

El Movimiento para el Renacimiento de Camerún (MRC), uno de los principales partidos de oposición, condenó el ataque a través de un comunicado y señaló que el “jefe de las fuerzas de seguridad y defensa son los principales responsable de estos crímenes».

 

Por su parte, la candidata a la presidencia del país en 2011, Kah Walla, aseguró que los testigos de la masacre señalan al ejercito como responsable, al cuestionar la postura de las fuerzas armadas de Camerún, que negaron las acusaciones en su contra e instó a las autoridades a investigar los hechos.

 

El ataque ocurre una semana después de que se celebrarán elecciones legislativas en el país.

 

El noreste y suroeste de Camerún registra enfrentamientos entre las fuerzas gubernamentales y grupos separatistas, los cuales se han agudizado desde 2017.

 

El conflicto en las regiones Noreste y Suroeste de Camerún, donde viven tres millones de personas, ha causado unos 3.000 muertos, según el International Crisis Group (ICG), y ha provocado más de 530.000 desplazados, de acuerdo con la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA).

 

Por su parte, grupos extremistas vinculados al Boko Haram, mantienen ataques en el norte del país en los limites con Nigeria.

 

(teleSUR)