En una voluminosa sentencia de 2.278 páginas proferida por el magistrado Juan Guillermo Cárdenas, del Tribunal de Justicia y Paz de Medellín, en contra de nueve integrantes del Bloque Metro de las Autodefensas, se le ordena a la Fiscalía que amplíe la diligencia de versión libre que el 28 de noviembre de 2013 rindió Abad Giraldo Arias, conocido en esa estructura como el Indio.

 

La petición de Justicia y Paz apunta a que se recabe más información “sobre el posible compromiso del expresidente Álvaro Uribe Vélez en la incursión armada a la vereda de Cañaveral, acaecida el 7 de julio de 2001.

 

Giraldo Arias, nacido en San Carlos, Antioquia, ingresó al grupo paramilitar en 1999. En enero de 2004 fue encarcelado por el crimen de Rafael Ángel Quintana, pero en abril de 2009 solicitó su vinculación a los beneficios de la justicia transicional.

 

La masacre de la vereda Cañaveral, jurisdicción de Remedios, Antioquia, fue perpetrada por al menos 150 paramilitares que señalaron, sin pruebas, a varios pobladores de ser “colaboradores de grupos subversivos” a quienes asesinaron. Las víctimas mortales eran jornaleros o trabajadores de la tierra, según se lee en uno de los apartes de la sentencia.

 

“Una vez cumplen con la finalidad y antes de retirarse del sitio, los paramilitares prendieron fuego a varias viviendas, advirtiendo a los civiles que, en caso de ver subversivos en el sector, cometerían la misma masacre. Del mismo modo, causaron el desplazamiento de cerca de 31 familias, a la par que hurtaron ganado, mulas y caballos de paso fino”, reseña la página 45 de la providencia.

 

El Indio dijo bajo la gravedad de juramento que participó de esa masacre y entregó detalles como, por ejemplo, que fueron cinco bloques contraguerrillas que hicieron formación en La Brava, esto es en Segovia, bajo las órdenes de Mario Pistola. Sin embargo, ese día también estaba Doble cero.

 

Mario Pistola es nombrado a lo largo de la sentencia en varios apartes. No obstante, lo reseñan como un sujeto a quien nunca se pudo identificar y que ya falleció. Los nueve postulados a los que hace referencia la sentencia lo relacionan como un hombre “que nos metía miedo” y que era el encargado de las escuelas de instrucción paramilitar en las que expresaba que “el entrenamiento es tan duro que la guerra es un descanso”.

 

Mario Pistola era el segundo de Doble Cero, también conocido como Rodrigo, aunque su verdadero nombre era Carlos Mauricio García Fernández.

 

En la masacre de Cañaveral también estuvo presente Marcos, como le decían a Jhon Jairo Restrepo Marín, quien dirigió la incursión paramilitar y daba las órdenes sobre los lugareños a los que debían asesinar.

 

En su versión, el Indio aseguró que “Doble Cero le dio el mando a Marcos de todas las contraguerrillas, (…) el objetivo era ir a Cañaveral a sacar el ganado, las bestias de pura sangre, como nos dijo Doble Cero, que eso era del señor Álvaro Uribe Vélez, el expresidente”.

 

Esta reseña está consignada en la página 728 de la providencia y en la siguiente hoja, la magistratura es clara en ordenarle a la Fiscalía que “de encontrar alguna implicación penal del citado ciudadano (Uribe Vélez), el ente acusador, como titular de la acción punitiva del Estado, deberá iniciar la investigación que corresponde”.

 

(La Opinión)