Carabineros de Chile detuvieron al menos a 43 personas en varios incidentes registrados el lunes en el marco del Festival Viña del Mar, después de las protestas y disturbios ocurridos el domingo en la inauguración del evento. 

 

Las protestas se enmarcan dentro de las movilizaciones sociales que vive este país desde octubre. Los manifestantes, bajo el lema ‘Sin justicia no hay festival’, opinan que el festival no debería haberse celebrado debido a la crisis política y social que hay actualmente en Chile, y que ha dejado un saldo de 31 muertos.

 

Los agentes policiales volvieron a recurrir a carros con agua a presión y gas para dispersar a los manifestantes e incluso, según informa la prensa local, carabineros motorizados se enfrentaron con civiles.

 

Estos incidentes provocaron complicaciones en las carreteras que conducen a la Quinta Vergara, donde se celebra el festival. Grupos de manifestantes lanzaron piedras hacía la Dirección de Educación y se levantaron barricadas en la terminal de autobuses de la ciudad. 

 

Además, el Hotel O’Higgins, que el domingo fue objeto de ataques y se vio obligado a desalojar a sus huéspedes y personal, anunció que suspendía de manera indefinida su funcionamiento.

 

En un comunicado, el hotel, que suele acoger a los artistas del festival, explicó que tras los hechos ocurridos el domingo, que «causaron graves daños» y pusieron «en riesgo la vida y la integridad» de su personal y sus clientes, se han visto «obligados» a cerrar el establecimiento, ya que no hay «ninguna seguridad de que [los incidentes] no vuelvan a ocurrir».

 

Por su parte, Virginia Reginato, alcaldesa de Viña del Mar, escribió un mensaje en Twitter en un intento de tranquilizar ante la situación: «A esta hora, junto al Subsecretario del Interior y el Intendente Regional, monitoreando desde la Prefectura, las calles de la ciudad para verificar la seguridad y orden en Viña del Mar».

 

(RT)