Evitar sanciones internacionales, aumentar el control interno y contrarrestar la escasez de efectivo en Venezuela, serían las razones que mueven al Gobierno del presidente Nicolás Maduro a impulsar el uso del petro.

 

Así lo afirmó el economista William J. Luther, columnista del Instituto Americano para la Investigación Económica (AIER, en inglés), director del Sound Money Project del mismo instituto y profesor de economía de la Universidad de Florida.

 

Incrementar la demanda local por el petro, Venezuela hace menos riesgoso para extranjeros aceptar petro, así sea por un corto periodo de tiempo”, argumentó Luther en su escrito de esta semana titulado “¿Por qué Maduro está impulsando el petro?”.

 

Asimismo, explica que existen dos tipos de sanciones (primarias y secundarias). Las primeras prohíben a organizaciones estadounidenses comprar petróleo a Venezuela. Entretanto, las segundas prohíben cualquier tipo de relación comercial, por lo cual, para el columnista estas últimas serían más efectivas, razón por la cual el gobierno venezolano puso en ejecución el petro a fin de “evadir” las sanciones financieras impuestas por EEUU.

 

Según Luther, las transacciones internacionales son un poco más difíciles de rastrear para EEUU cuando no son realizadas en dólares. Aprovechando esta circunstancia de privacidad, Venezuela buscaría facilitar transacciones internacionales con un microecosistema financiero basado en el petro.

 

“Ahí es donde entra el petro. Como moneda digital, permite enviar o recibir fondos prácticamente en cualquier parte del mundo. Y, en la medida en que esas transacciones estén desconectadas del sistema financiero de los EEUU, es mucho menos probable que sean detectadas por el gobierno de los EEUU”, indica en su artículo.

 

Por otra parte, el economista afirmó que el petro es el “rey” en privacidad y conveniencia para transacciones cotidianas ante la escasez de efectivo en Venezuela. Además sugiere aprovechar la escasez para aumentar el volumen de transacciones electrónicas y reducir el uso de papel moneda.

“Reduciendo el uso cotidiano de efectivo, también se puede reducir progresivamente la demanda por el dinero físico (efectivo). Cuando nadie esté utilizando tanto efectivo, se puede prescindir de imprimir grandes cantidades de billetes”, señala Luther.

 

Finalmente, el economista concluye que “al hacer que sea más fácil evitar las sanciones, el petro permite al gobierno recuperar parte de sus ingresos petroleros perdidos. Al facilitar el seguimiento de las transacciones nacionales, el petro ayuda a los esfuerzos para acabar con la oposición política. Y, al reducir la necesidad de imprimir tantos billetes durante los períodos de hiperinflación, el petro reduce la probabilidad y la magnitud de la escasez de efectivo”.

 

(LaIguana.TV)